Las abundantes lluvias caídas en los últimos días en el área metropolitana de Vigo han permitido frenar la caída de dos de los tres embalses que abastecen a la zona. Las presas de Eiras, en Fornelos de Montes, y Baíña, en Baiona, han podido incluso recuperar levemente su ocupación después del paso de una borrasca.
El informe hidrológico publicado este martes por Augas de Galicia, que recoge datos hasta el lunes, indica que Eiras se encuentra al 67,1% de su capacidad, cuatro décimas por encima que el mismo día de la semana pasada.
Por su parte, las reservas han subido dos puntos en Baíña, que roza el 32% de agua embalsada. Son, en ambos casos, subidas testimoniales pero que permiten ganar tiempo. Sobre todo en el caso del Val Miñor, donde los ayuntamientos siguen con preocupación la evolución de la sequía.
Mientras, Zamáns no ha conseguido detener su pérdida de ocupación, aunque sí la ha mitigado. La presa situada en Vigo se halla al 36,5%, siete décimas menos que hace una semana.
Estos datos suponen otra prueba de que lo realmente necesario es que las precipitaciones se mantengan en el tiempo y no se queden en lluvias intensas y aisladas. En este sentido, el pronóstico del tiempo trae buenas noticias. Tras un receso de poco más de 24 horas, entre la mañana del lunes y la tarde del martes, se espera que los chubascos regresen al área metropolitana de Vigo.
Nuevo aviso amarillo
De hecho, Meteogalicia ha reactivado el aviso amarillo en toda la provincia de Pontevedra, ya que se esperan acumulaciones de 40 litros por metro cuadrado en 12 horas, además de viento moderado. La causa, un “nuevo frente que llegará a Galicia a lo largo del martes y dejará vientos fuertes del sur y cuantiosas lluvias”.
Esa alerta se mantendrá hasta el mediodía del miércoles, pero esto no quiere decir que la inestabilidad atmosférica se acabe. El parte del tiempo señala que se producirán precipitaciones todos los días de la semana, en mayor o menor medida. Es más, algunos modelos ya avanzan que la situación se prolongará, como mínimo, durante la primera mitad de la próxima semana.
Unos aguaceros que supondrán una incomodidad en el día a día, pero que sin duda sentarán muy bien a las reservas de agua del área metropolitana de Vigo.