Con capacidad para doce personas, el elevador acristalado está acompañado de unas escaleras laterales para quienes prefieran emplear subir por medio del método tradicional. “Funciona bien, va rápido. Desde arriba ves toda la perspectiva de la calle y confieso que hasta da un poco de vértigo por el gran cristal que hay delante”, apuntó este viernes el alcalde de Vigo, Abel Caballero, después de probarlo.
El regidor vigués, encandilado con la idea de conectar la ciudad verticalmente, avanzó que esta nueva dotación de la ciudad se verá reforzada por una rampa que llegará a San Salvador desde la plaza de Fernando El Católico, que a su vez podría tener continuidad con otra cinta mecánica que se instalaría en Escultor Gregorio Fernández. Esta última actuación, puntualizó, se está estudiando.
De esta manera, se podría unir las zonas de García Barbón y Pizarro sin apenas caminar. Primero tomando el ascensor que irá desde Serafín Avendaño hasta el Centro Vialia y Vía Norte, luego cogiendo dos rampas seguidas y, por último, el nuevo ascensor.