Los que visiten el entorno de forma menos habitual se llevarán todavía una sorpresa mayor al observar que falta gran parte del edificio. Poco a poco se ha ido demoliendo su estructura e interior y apenas queda poco más que la fachada. Aquí empieza la tarea más complicada para los operarios. La zona frontal de la iglesia debe conservarse, por lo que está siendo desmontada de manera minuciosa para ser reconstruida más adelante.
Todo ello para hacer borrón y cuenta nueva en el Barrio do Cura, que será recuperado de aquí a 2022 con un desarrollo urbanístico de calado que incluye viviendas pero también espacios para la ciudad.