El BNG ha solicitado que Vigo se declare como «ciudad saturada de pisos turísticos» ante la «grave proliferación de este fenómeno especulativo». Además, los nacionalistas han reclamado que se elabore de forma urgente una ordenanza municipal que regule esta situación, imponiendo una tasa a su funcionamiento, exigiendo una licencia municipal y realizando inspecciones para aflorar las viviendas no registradas.
«Es el momento de frenar en seco esta amenaza que está dificultando el primer derecho de la ciudadanía, que es poder habitar en su propia ciudad, con cada vez más familias trabajadoras y juventud que literalmente no se pueden permitir el lujo de vivir en Vigo», señaló el portavoz municipal del BNG, Xabier Pérez Igrexas.
Según ha subrayado el BNG, hoy en Vigo hay casi el triple de pisos turísticos (1.500) que viviendas disponibles para alquiler residencial, 400 más durante los últimos seis meses. «Nuestra ciudad tiene casi el doble que los existentes en Santiago de Compostela, lo que da buena cuenta de la gravedad de la situación», alertó Igrexas. En ese sentido, subrayó que existen ya en Vigo como mínimo, 15 zonas tensionadas por los altos precios de los alquileres, según el Instituto Galego de Vivenda e Solo, con un incremento del 50% en los últimos cinco años.
El portavoz nacionalista responsabilizó de este problema a la «inacción» de la Xunta de Alfonso Rueda y al gobierno municipal de Abel Caballero. Así, en lo que respecta al primero, lamentó la negativa del PP de garantizar la legalidad en el registro de viviendas turísticas manteniendo «la ley de la selva» y permitiendo que cualquier persona que lo desee pueda destinar su vivienda a uso turístico sin medidas de control ni ordenación.
Por otra parte, considera que el Concello de Vigo debe actuar de forma urgente elaborando una ordenanza municipal que declare a Vigo como ciudad saturada de pisos turísticos, algo que solicitará en el próximo Consello da Xerencia Municipal de Urbanismo, previsto este martes. Igrexas considera que se debería imponer una tasa a su funcionamiento, exigiendo una licencia municipal así como realizar inspecciones para aflorar los pisos no registrados.