Este martes, la presencia policial para retirar las vallas de obra y reabrir un carril que evite los colapsos de tráfico provocó nuevos enfrentamientos que acabaron con una persona en el Hospital do Meixoeiro por problemas médicos. La teniente de alcalde, Carmela Silva, insistió en que detrás de los manifestantes hay personas «muy violentas» y el Concello emitió un comunicado a media tarde en el que señalaba que la Policía sospecha que hay «radicales celtarras» infiltrados.
«El barco lo van a poner los ciudadanos de Vigo en la rotonda, no este gobierno local, y a los que están detrás de todo este montaje los van a poner en su sitio, que seguramente sea fuera de la representación institucional porque está generando mucho malestar entre los ciudadanos de Vigo este comportamiento», aseguró Silva en una rueda de prensa ofrecida por la mañana.
Posteriormente, el Concello hacía pública una nota. «No lugar dos feitos concentráronse en torno a unhas 30 persoas, moitos deles coincidentes cos violentos que estiveron no pleno do pasado luns e que forman parte dun grupo de militantes da CIG, do BNG e de EU. Ademáis a policía local ten a sospeita de que unha parte das persoas alí concentradas son radicais celtarras», indica el comunicado de prensa.
Los vecinos de Coia ofrecieron también su conferencia de prensa. Francisco Riveiro, Diego Lores y el sacerdote Emilio Suárez anunciaban que tenían previsto «rebajar la presencia» en la rotonda al tratarse de épocas navideñas y avanzaban que quedaría solo un retén en la zona. Como colofón a la comparecencia avanzaban datos sobre el concierto que se celebró por la tarde. Tan solo unos minutos después se desataba otra vez la tensión.
(Riveiro muestro un plano del Museo do Mar. A su lado, Emilio Suárez y Diego Lores).
Agentes de la Policía Local informaban a los vecinos de que pretendían retirar las vallas para mejorar la fluidez del tráfico, que sufrió importantes retenciones al estar reducidos los carriles. La negativa de los manifestantes provocó que se desplazasen al lugar una decena de coches-patrulla y, tal y como ocurrió la semana anterior, comenzaron los enfrentamientos.
La presión policial empujó a los vecinos hacia el centro de la glorieta y las escaramuzas tuvieron su momento más crítico cuando un hombre de mediana edad sufrió un infarto. Evacuado al Hospital do Meixoeiro por una ambulancia medicalizada del 061, a última hora de este martes se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en coma inducido, según informaron fuentes vecinales.
Reapertura del carril
Finalmente, el carril se pudo reabrir y los opositores, tras el regreso a la tranquilidad, celebraron el concierto tal y como estaba previsto. En las próximas horas mantendrán su presencia, también a lo largo de la noche, al tener informaciones de que los trabajadores tienen órdenes de continuar con las obras pese al convenio sectorial que lo impide en estas fechas. En los próximos días plantarán árboles para reponer la vegetación que existía antes de las obras.
El sacerdote Emilio Suárez insistió en que la movilización «no está politizada» y que los participantes son vecinos que se encuentran en una situación económica complicada. «El alcalde miente, aquí no hay partidos ni sindicatos y el único que ha politizado esto es él, porque instalar el pesquero es un asunto con fines electoralistas», señaló. Por su parte, Francisco Riveiro mostró un plano del Museo do Mar y de la finca Zulueta, anexa a las instalaciones, en las que se podría instalar el barco.