El Concello de Vigo ha ordenado el “inmediato desalojo” y “corte del suministro eléctrico” de los edificios situados en los números 11 y 13 de la calle Fisterra, entre las calles Venezuela y Ecuador, para evitar “el riesgo que supone para la seguridad de los moradores el deficiente estado en el que se encuentra la instalación eléctrica”. Así lo expresa el Ayuntamiento, que busca evitar una situación similar a la que se produjo el pasado 11 de octubre en la calle Alfonso X El Sabio.
Aunque el informe definitivo todavía no se ha completado, los indicios que maneja la Policía Nacional apuntan a que el dramático suceso acontecido en el barrio de As Travesas se debió al mal estado del cuadro eléctrico situado en la entrada del edificio, y que ese sería el único foco del fuego. Así, el Concello de Vigo quiere actuar de forma preventiva antes de que se pueda dar un siniestro similar.
La actuación se ha activado después de que una de las residentes diera un aviso al respecto el pasado 10 de octubre y de que personal municipal de Urbanismo se desplazara al lugar el martes 17 para comprobar la instalación eléctrica. Según estos técnicos, presenta un “mal estado” y “genera riesgos de seguridad”.
Aunque no se observó ningún peligro estructural, sí se apreció riesgo en la instalación eléctrica dentro de las viviendas. El Ayuntamiento ha instado a las personas responsables de ello a que renueven dicha instalación para garantizar que los pisos reúnen las condiciones necesarias para estar habitados.
Desde la Praza do Rei aseguran que los dueños de los edificios ya tenían varias resoluciones de Urbanismo de fechas anteriores y ejecutaron “las medidas urgentes que les fueron exigidas”. En todo caso, y dado que no acometieron otras mejoras de conservación, se les impusieron multas en diferentes ocasiones. La última de ellas, a principios de este mes. Finalmente, se ha dado orden de vaciar y precintar de forma temporal los dos edificios “siguiendo criterios de seguridad”.
En el dispositivo desplegado este jueves por la mañana participaron agentes de la Policía Local, una trabajadora social del Concello de Vigo para ofrecer información de las soluciones habitacionales existentes y personal del área de Medioambiente para prestar la atención precisa a los animales que habitaban en los inmuebles.
Realojo de 42 personas
En estos domicilios viven actualmente 42 personas, en régimen de alquiler, a las que la administración municipal promete “una atención integral e individualizada”. De hecho, ya les ha ofrecido una alternativa residencial temporal en hostales u hoteles de la ciudad.
Las personas en situación de especial vulnerabilidad recibirán “la atención adecuada a sus circunstancias”, según aseguran desde el Concello de Vigo, que asumirá el pago de las pernoctaciones durante el tiempo que dure el desalojo. “Se trata de una situación transitoria en la que los propietarios deben solucionar la situación de peligro”, apuntan. Además, se ha ofrecido transporte a quienes necesitaran trasladar sus pertenencias.
Vecinos
Por su parte, los inquilinos han denunciado la situación en la que viven dentro de estos pisos. Según han dicho, ambos sufren filtraciones de agua, que en días como este jueves, con fuertes lluvias, se multiplican.
En declaraciones a Europa Press, también han lamentado las condiciones de salubridad de los inmuebles, con cucarachas y ratas, sobre todo en la zona del patio interior. Asimismo, son muchos los inquilinos que entran y salen de los edificios, debido a que se alquilan por habitaciones.
Pese a que sí han reconocido que “dos o tres” están vivienda de forma irregular en una vivienda, el resto ha reivindicado que paga su alquiler mensualmente, que ronda entre los 150 y los 200 euros.
Por su parte, vecinos de la zona también han comentado que el transcurso de personas es muy habitual, debido a que “viven hacinados”, en habitaciones “muy pequeñas”. Ellos han explicado que en varias ocasiones ha acudido la policía a la zona a inspeccionar el edificio, tal como confirmó el propio Ayuntamiento.