El Concello se ha visto obligado a rectificar la oferta de empleo público correspondiente al año 2023 y aprobada en el mes de diciembre por la presión de los representantes sindicales de la Policia Local y de Bomberos, que exigían incorporar los reemplazos por las numerosas jubilaciones que tuvieron lugar en los años 2022 y 2023 en ambos servicios. En el caso de la Policía Local, en esos dos años se produjeron hasta 27 vacantes por jubilaciones y «otras causas».
Finalmente, tras varias reuniones entre el área de Seguridad, Contratación, Fiestas y Gestión Municipal y los sindicatos, la OPE de 2023 del Concello de Vigo pasará de 77 plazas a un total de 92, de las cuales 67 serán por la vía de acceso libre y otras 25 por promoción interna.
Esas nuevas 15 plazas que se suman a la oferta –que será publicada en los próximos días en el BOPPO– se corresponden en su totalidad con ambos cuerpos y mientras que el de Bomberos suma 4 nuevas plazas a las 6 ya anunciadas para alcanzar un total de 10, en el caso de la Policía Local se duplican, pasando de las 13 actuales a un total de 27.
En el caso concreto de este último cuerpo, cuyas oposiciones se realizan a nivel autonómico, se dota una plaza de intendente principal, por promoción interna. Asimismo, se convocan 5 plazas de inspector por turno libre y otras 11 de policías, mientras que las diez nuevas plazas de oficial se cubrirán a través de un proceso de promoción interna.
La decisión fue aprobada por la junta de gobierno local el pasado 12 de abril y tanto los representantes de CCOO, SICO, UGT y CIG han trasladado su conformidad con las rectificaciones realizadas aunque disponen hasta esta semana para formular alegaciones al respecto.
Entre estos sindicatos no está la CUT, ya que no cuenta con representación en dichas negociaciones al no alcanzar el 10 por ciento mínimo de representación necesario, pero sí es el mayoritario en el servicio de bomberos.
Este sindicado ha denunciado que, hoy por hoy, la ciudad no cuenta con bomberos que permitan cubrir unos servicios mínimos –algunos días hay 13 efectivos por turno, cuando lo mínimo serían 20– y que en los próximos meses la situación empeorará por las jubilaciones previstas. Por ello, han «tuneado» varios de los camiones con pegatinas y el lema «Vigo sen bombeiros» para hacer pública su situación.
Este mes de abril, los bomberos salieron a la calle –con el apoyo de CUT y UGT– para contar personalmente durante la celebración de la Reconquista en el Casco Vello la situación «lamentable» que padecen por el grave déficit de personal.
Además, la semana pasada denunciaron que tres de los cuatro bomberos que componían una dotación acabaron en el hospital «como resultado de una nueva intervención en donde la falta de efectivos volvió a poner en riesgo su vida».
Si no se realiza ninguna alegación esta semana, el acuerdo se publicará en los próximos días en el boletín oficial y a partir de ahí se abrirá de nuevo el plazo de un mes para interponer recurso de reposición o de dos meses para presentar un recurso contencioso-administrativo en los juzgados.