El vecindario de la calle Ronda de don Bosco se despertó este lunes alertado por la tala de los dos últimos cedros que quedaban en pie. Operarios de la empresa que está llevando a cabo la obra de humanización de toda la zona procedieron a cortar ambos ejemplares, de gran tamaño. El pasado mes de junio ya se habían retirado otros dos cedros y el Concello de Vigo señaló que había sido una «caída accidental».
Tanto grupos municipales de la oposición como colectivos ecologistas acusaron de nuevo al alcalde, Abel Caballero, de perpetrar un «nuevo arboricidio» en la ciudad y el Concello emitió un comunicado en el que explica que la tala se llevó a cabo por motivos de seguridad.
«Os informes existentes ao respecto -tanto internos como externos- realizados por técnicos municipais e por empresas especializadas e punteiras do sector, aconsellaron a retirada das árbores por razóns de seguridade, xa que existe un alto risco de caída e máis nestas condicións meteorolóxicas. O Concello pregúntase que pasaría ou quen respondería no caso de que caesen sobre un coche ou persoa. Responderían os partidos da oposición?», asegura el comunicado firmado por la Concellería de Fomento.
En la misma nota, el Concello apunta que toda la plaza se encuentra en pleno proceso de reforma y que resta por plantar la vegetación que sustituirá a los cedros. Así, especifican que se plantarán cuatro liquidámbar «de gran porte» e aproximadamente 12 metros de altura (los que sustituyen a los cuatros cedros), tres ginkgo biloba de 4,5 metros de altura y 22 glicinias (enredaderas) en las pérgolas. Además, el comunicado hace referencia también a nuevas plantaciones en otras calles de la ciudad, como «40 magnolios de 3,5 metros entre Blein Budiño e Taboada Leal; entre Velázquez Moreno e María Berdiales e en María Auxiliadora».
Desde Ecoloxistas en Acción lamentaron la tala y señalaron que pedirán responsabilidades. «Eran árbores catalogadas e a protexer abatidas pola neglixencia de Concello e empresa. Perdéronse árbores históricas e unha parte da nosa memoria como cidade», señalaron desde el colectivo.
«Após o último episodio no permanente arboricidio en Vigo, coa tala dos cedros que quedaban en Don Bosco, comezo a pensar que tras esta política irracional debe haber un caso, non diagnosticado, de dendrofobia (fobia ás árbores) no Goberno municipal. Non atopo outra explicación», señaló por su parte Xabier Pérez Igrexas, concelleiro del BNG.
Además, Rubén Pérez, portavoz de Marea de Vigo anunció que «xa preguntaramos o estado das árbores ao concelleiro de Fomento e indicou que o mal estado obrigaba a facelo e serían substituidos por árbores semellantes e de gran porte. Veremos. Pero é un exemplo da mala xestión do arborado da cidade».
Por último, Alfonso Marnotes (PP) apuntó que «Abel Caballero sigue cargándose árboles históricos de la ciudad. Se cargó decenas de árboles y plantas en la Gran Vía para poner un adefesio de metal, y ahora se carga los árboles centenarios de Don Bosco. ¿Se cargará también el olivo para poner una estatua suya?».