El Dinoseto de Vigo, acompañado de su retoño, se han convertido en un símbolo y un motivo de autoretratos (selfies) para nativos y foráneos. Las obras de la Porta do Sol obligaron a su traslado, seguramente transitorio, y ahora están en la Praza de Compostela, lo que toda la ciudadanía conoce como la Alameda. Sin embargo, ambas figuras necesitan una puesta a punto urgente porque lo que pudiéramos llamar una especie de alopecia los está dejando transparentes, tal como puede observarse en esta fotografía.