Ibermutua ha licitado en las últimas semanas hasta siete contratos para completar el equipamiento de su nuevo centro asistencial, que abrirá sus puertas a comienzos del próximo año tras una reforma integral cuyo coste se ha elevado hasta los 5,5 millones de euros. Será en el número 15 de la Avenida de Madrid, en el antiguo policlínico Cíes, diseñado por el arquitecto Xosé Bar Boo y que se reabrirá diez años después de haber sido cerrado, tras la reordenación del área sanitaria de Vigo, una decisión duramente criticada por la ciudadanía, que ha visto como uno de los emblemas arquitectónicos de Vigo caía en el olvido.
En concreto, los contratos licitados por Ibermutua en las últimas semanas suman más de un millón de euros para dotar al reformado inmueble de mobiliario y equipamiento técnico para poder comenzar la actividad. En total, la cantidad licitada asciende a 1.083.541 euros y el último de los contratos –por ahora– ha sido el del suministro e instalación del equipamiento necesario para la zona de lavado y descontaminación del quirófano, por 150.384,85 euros, licitado este martes, 3 de diciembre.
El lunes salió el contrato para el suministro e instalación de un arco de quirófano por 84.700 euros y en las últimas semanas también se ha licitado el mobiliario de oficina (258.361,62 euros) para dotar al inmueble también de los elementos funcionales necesarios para llevar a cabo su actividad como mesas de despacho, de reuniones, sillas de trabajo, armarios o muebles auxiliares.
También los diversos equipos médicos (mobiliario sanitario, utillaje, equipamiento sanitario y elementos accesorios, iluminación y otros aparatajes), por 109.121,43 euros; un equipo de Rayos X de suelo por 140.360 euros y un equipo de polisomnografía (para diagnosticar trastornos del sueño) por 33.275 euros. En todos los casos, incluye el suministro, transporte e instalación de los equipos.
De todos ellos, el de mayor cuantía es el relativo al catálogo de pruebas funcionales para la puesta en marcha de una unidad de valoración funcional en el nuevo centro, es decir, el hardware y el software para realizar las valoraciones biomecánicas y otro para la gestión de los propios pacientes. Este contrato se eleva a 307.340 euros. El expediente detalla que el hardware debe incluir sistemas de registro de fuerzas basado en plataformas dinamométricas, de fotogrametría para el registro cinemático, de registro de la fuerza de la mano, para la determinación de limitaciones de movilidad de la columna vertebral y para la valoración de la movilidad de las articulaciones. Por su parte, la aplicación software será para la valoración funcional de la columna cervical, hombro, codo, mano, columna lumbar y rodilla. También para evaluar la marcha, el equilibro o la amplitud de movimientos.
Las empresas tienen de plazo para concurrir a la práctica totalidad de los contratos este mismo mes de diciembre y, en la mayoría de los casos se establece como inicio del plazo de ejecución la fecha el 1 de febrero.
Reforma con modificados
Adjudicada a la Constructora San José, la reforma de este insólito edificio sin esquinas de más de 4.500 metros cuadrados se ha prolongado más allá del año fijado inicialmente como plazo de ejecución aunque, dada la complejidad del edificio, por su singularidad y a su vez, estar protegido por Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia, se contemplaba ya desde el inicio la posibilidad de incrementar dicho plazo a 14 meses.
De hecho, este edificio representa una de las obras más singulares de Bar Boo, por lo que tiene protección patrimonial a nivel estructural, debiendo mantener los huecos de fachada y la escalera circular central, ya que se encuentra incluido en el catálogo de Edificios de Interés Cultural.
De hecho, inicialmente, la compleja obra de reforma para adaptar un edificio construido en 1967 a las necesidades actuales fue contratada por 5,2 millones de euros, pero el pasado mes de noviembre el contrato inicial fue modificado, incrementándose en 262.833,57 euros más hasta alcanzar los 5.512.931,54 euros finales (IVA incluido), que serán financiados con cargo a fondos europeos asociados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Rígidas condiciones de Patrimonio para la reforma
El proyecto de adaptación fue redactado por la UTE Investigación y Control de calidad, S.A.U. (Incosa) y Bernardo García Tapia e incluía las rígidas condiciones que hizo Patrimonio de la Xunta para autorizar la obra en un inmueble tan protegido:
- El rebaje necesario en la solera de planta de semisótano no podría suponer el deterioro de elementos estructurales existentes.
- Las nuevas carpinterías deben presentar el mismo material, acabado y color que las carpinterías originales y espesores de perfil lo más semejantes posibles.
- En el caso de las ventanas que sustituyen la apertura en guillotina, no se percibirá un doble marco alrededor de uno de los paños de la ventana, pudiendo por ejemplo solucionarse con un modelo de hoja oculta.
- En las obras a realizar en la escalera prevalecerá un criterio de conservación y restauración de sus elementos característicos.
- De la misma manera, los nuevos elementos (cierre, carpinterías, instalaciones, etc.), debían ser diseñados bajo un criterio de respeto por los elementos originales de la escalera, y adaptarse a los elementos existentes.
- Los nuevos tabiques ejecutados hacia la fachada deben coincidir con los perfiles verticales de las carpinterías, y no podrán ser finalizados partiendo el paño de una ventana.
- Las instalaciones y los recorridos de sus conductos no podrán constituir un impacto ambiental en los espacios comunes del edificio.
- Las propuestas de revestimientos y falsos techos no podrán interferir con la contemplación del bien protegido.
- El cierre de parcela así como los edificios de instalaciones deberán integrarse en el conjunto y presentar un lenguaje compositivo vinculado al edificio original.
- Se escogerán materiales y colores ya presentes en los edificios existentes.
- Los nuevos elementos presentarán una altura reducida, con el fin de no impedir la contemplación del bien protegido.
Una década bajo llave
El Policlínico Cíes cerró sus puertas en verano de 2015, casi al mismo tiempo que el Hospital Xeral y mientras abría las suyas el nuevo hospital Álvaro Cunqueiro, reordenando toda la atención especializada en el área sanitaria viguesa.
La Consellería de Sanidade, al igual que ocurrió con el histórico centro de especialidades de Coia –ahora la flamante residencia de Aspanaex–, devolvió la propiedad a la Tesorería General de la Seguridad Social, que trató de subastarlo por 3,5 millones pero la puja quedó desierta.
Hubo que esperar hasta 2019 cuando Ibermutua, Mutua Colaboradora con la Seguridad Social nº 274, adquirió por esa misma cantidad, 3,5 millones de euros, para acometer la integración de sus servicios en la ciudad.