Tres meses después del inicio de las obras de regeneración de la duna de Samil, el crecimiento de la playa ha es notable. La desaparición del paseo entre la pista de patinaje y la playa ha eliminado una barrera artificial que databa de la década de los 70 y el objetivo es que la duna recupere poco a poco el esplendor que tenía hace más de medio siglo.
Los trabajos en el arenal urbano más emblemático de la ciudad avanzan con toda celeridad. Tras la supresión de los 450 metros del paseo, los operarios eliminaron las losetas y el hormigón y ahora las obras se centran en allanar el terreno antes de construir el nuevo paseo, mucho más respetuoso con la evolución natural de la arena, lo que permitirá afrontar con mayor fortaleza las embestidas de los temporales marítimos.
«Desde el final de Samil hasta la playa de la Fuente había sitios en los que la duna tenía más de dos metros de alto», recordaba el pasado mes de octubre el alcalde de Vigo, Abel Caballero, durante una visita para supervisar el avance de las obras, adjudicadas por 1,8 millones de euros a la empresa Narom y que se prevé que finalicen a mediados de este 2025, a punto para acoger a los miles de bañistas que acuden en verano al arenal. Las obras están financiadas por la Dirección General de la Costa y el Mar, con cargo a fondos europeos, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
No fue la última visita de Caballero a la zona, ya que hace apenas unas semanas regresaba para inaugurar, de forma oficial, la humanización de la Avenida de Samil, también de medio kilómetro entre la pista de patinaje y el límite con Alcabre. En este caso, las obras las adjudicó el Concello de Vigo a Prace dentro de la Fase 1B del mismo proyecto.
Ambas actuaciones suman 3,4 millones de euros al tratarse de contratos por valor de 1,8 y 1,6 millones, respectivamente.
En la humanización, además de las nuevas aceras mucho más amplias en el lado de la playa de Samil y una nueva rotonda a la altura de la pista de karts, destacan sobre todo los nuevos bancos instalados, creados a partir de residuos marinos plásticos y que llaman la atención por su originalidad y gama de colores.
«Bancos feitos con plásticos reciclados recollidos en mares e océanos», señala una placa instalada en los bancos de colores apostados en la nueva Avenida de Samil. Se trata, por tanto, de bancos totalmente sostenibles y que, a mayores, no precisan ningún tipo de mantenimiento.
«Vamos a tener prácticamente el doble de playa de la que teníamos», aseveró el regidor vigués. Esta primera fase de la regeneración de las dunas de Samil incluye una construcción de 250 metros de nuevo paseo de 12 metros de ancho, retranqueado unos 25/27 metros respecto al actual, finalizando en una pequeña plaza que comunica directamente con la Avenida de Samil. Además, tras el paseo se creará una nueva senda que atravesará parte de la playa y el pinar.
Durante los más de 13 años que han transcurrido desde la redacción del proyecto –en 2011– hasta el comienzo de las obras, tan solo se había avanzado en la demolición de las estructuras preexistentes de la cafetería Camaleón (2021) y, previamente, As Dornas (2014). Ahora, libre de concesiones hosteleras, las obras han podido comenzar el pasado mes de octubre y en apenas tres meses ya permiten vislumbrar la enorme transformación de la playa.