Octubre, “segunda quincena de enero”, “enero o febrero” y ahora marzo. Las obras de reforma de la Gran Vía de Vigo siguen posponiendo su final en el tiempo. El cronograma actual que manejan internamente el Concello y la empresa que ejecuta los trabajos, Prace Servicios y Obras, sitúa ahora la inauguración de las nuevas rampas mecánicas para la primera semana de marzo.
Este nuevo plazo supone otro retraso sobre las fechas anunciadas previamente y, por supuesto, sobre el plazo de ejecución que contempla el contrato (8 meses). Una situación que ha llevado al alcalde, Abel Caballero, a no ofrecer públicamente más estimaciones. Las últimas veces que se le preguntó por este asunto evitó concretar. También guarda silencio de forma oficial la Concellería de Fomento, dirigida por el edil Javier Pardo.
Hay que recordar que las obras empezaron a principios de febrero de 2022 y debían estar rematadas en octubre. Sin embargo, acabarán sumando más de un año, con las consiguientes afecciones de tráfico, que han ido variando con el paso del tiempo. Actualmente, los trabajos están todavía ‘verdes’ en el tramo que discurre entre las calles Venezuela y Bolivia, donde aún no se ha terminado de instalar el pavimento. La zona que está situada justo encima, entre Bolivia y Nicaragua, avanza a mejor ritmo.
Recientemente, se instalaron los últimos pórticos de colores. Las principales actuaciones en este sentido se dejaron para la madrugada, para así no causar excesivos problemas en la circulación. No se tardó mucho en añadir los vidrios transparentes e incluso se ha colocado ya alguna planta suelta. Pero queda bastante por hacer y las previsiones que se manejan no confían en que dé tiempo a tenerlo todo listo en los próximos 20 días, es decir, en este mes de febrero.
Como es sabido, esta segunda fase de la reforma de la Gran Vía de Vigo contempla dos tramos de cintas: una va desde la calle Venezuela hasta Bolivia y otra desde Bolivia hasta Nicaragua. Los accesos laterales seguirán abiertos para salir a la altura que se desee. Cada rampa mide 40 metros de largo y ambas poseen un sistema de ahorro energético que, cuando no hay nadie pasando, ralentiza la velocidad y pasa a un programa de bajo consumo.
Las cintas tendrán capacidad para transportar a 7.300 personas por hora. La inversión inicial entre María Berdiales y Venezuela superó los 5 millones de euros; ahora se destinan otros 3,6 millones cofinanciados con fondos europeos.
También está previsto poblar de vegetación la zona para convertirla en una especie de jardín botánico, tanto en el interior como en el exterior. Además, se pondrá pavimento descontaminante y un sistema de ahorro energético. Asimismo, se está aprovechando para renovar el saneamiento, el abastecimiento, la recogida de aguas pluviales y la señalización semafórica. Igualmente, se contempla el soterramiento de los servicios que precisen cableado.
En la zona que se está remodelando luce desde hace tiempo el ‘Pezseto’, un adorno que se ha colocado en la avenida y que dispone de hojas que “irán cambiando de color con las diferentes estaciones”, en palabras de Abel Caballero.