El gobierno municipal de Vigo ha vuelto a arremeter este martes contra el comité de empresa de la concesionaria de bus urbano, Vitrasa, y los ha apuntado directamente, vinculando los daños registrados en varias decenas de buses por actos vandálicos, a personas «muy violentas» de su «entorno».
La plantilla de Vitrasa lleva en huelga indefinida desde el 25 de noviembre, por un conflicto laboral con la empresa (la negociación del convenio está bloqueada y los sueldos congelados desde 2020) que se arrastra desde hace más de dos años. En el marco de las protestas, los trabajadores convocan manifestaciones y marchas prácticamente a diario por diferentes zonas de la ciudad, con los consiguientes problemas que eso genera en el tráfico de Vigo.
El portavoz del gobierno local, el socialista Carlos López Font, ha denunciado este martes nuevamente que esas protestas «están rompiendo la ciudad» y que es «absolutamente intolerable lo que hace el comité». Así, Font atribuye las movilizaciones a «20 empleados sindicales» que actúan «por su propio interés» porque ellos «tienen salarios elevados», y «lo hacen para dañar a la ciudadanía».
Según ha incidido López Font «con sus manifestaciones» no solo impiden a los ciudadanos usar el transporte público, sino que también entorpecen los desplazamientos en transporte privado. Además, ha añadido, «en ese entorno hay gente muy violenta que está dañando autobuses a diario».
Manifestaciones «injustificables»
Ante estas manifestaciones «injustificables», el grupo municipal del PP ha criticado que el gobierno local está «lanzando acusaciones muy graves sin pruebas», y ha exigido una «rectificación pública».
«En lugar de disparar contra la plantilla de Vitrasa, el Ejecutivo municipal debería estar trabajando en una solución a este eterno conflicto, que este miércoles vivirá su enésima reunión sin que Abel Caballero dé la cara», ha subrayado el edil popular Fernando G. Abeijón.
Así, ha lamentado que el regidor olívico «deja claro que no piensa mover un dedo por los usuarios del transporte público» y tampoco se preocupa por los conductores atrapados en los atascos, teniendo en cuenta que la competencia para habilitar alternativas de tráfico en la ciudad es municipal.
Por su parte, el BNG ha ido más allá y ha exigido directamente la dimisión de López Font, ya que «es gravísimo que el portavoz del gobierno municipal y candidato número 2 del PSdeG al Parlamento de Galicia por Pontevedra acuse de violento al comité de empresa y al personal de Vitrasa, que llevan 53 días en huelga».
Para el portavoz nacionalista, Xabier Pérez Igrexas, López Font ha «cruzado todas las líneas rojas» con un discurso «reaccionario y antisindical». «Si le quedase algo de decencia y dignidad dimitiría hoy mismo», ha subrayado.
Finalmente, el BNG ha lamentado que la «escalada de obscena complicidad» del gobierno local con la concesionaria Vitrasa haya llegado hasta este punto, después de meses de «descalificaciones y provocaciones» contra el personal del servicio de bus urbano.