El gobierno municipal de Vigo ha defendido este viernes su actuación ante el conflicto de Vitrasa, concesionaria del bus urbano de la ciudad, y ha reiterado que dicho conflicto, que ha desembocado en una huelga indefinida desde el pasado fin de semana, tiene «interés político», porque «la idea es hacer daño a la Navidad y a la gente».
Así lo ha trasladado el concejal de Fomento y Servicios, Javier Pardo, en una rueda de prensa en la que ha defendido la actuación del Ayuntamiento en los últimos años. Al respecto ha recordado que tanto la ampliación de la concesión a Vitrasa en 2020 como la compensación que se le pagó, de casi 5,7 millones (con cargo a las ayudas del Ministerio de Transportes) por las pérdidas durante el estado de alarma, han sido avaladas por los tribunales.
Con todo, ha explicado Pardo, empresa y Ayuntamiento están negociando el pago del reequilibrio de la concesión, y la administración está «calculando» la cantidad. En ese sentido, el concejal socialista ha evitado dar cifras o plazos, pero ha matizado que todos los pasos se están haciendo «cumpliendo la legalidad» y serán supervisados por órganos públicos de control, porque se trata de «dinero público».
En lo que respecta al conflicto laboral, el concejal ha empezado por insistir en que el gobierno local no debe implicarse, al tratarse de una negociación de convenio colectivo «entre dos partes». Sin embargo, ha recalcado que el Ayuntamiento sí ha estado realizando labor de mediación, y ha llegado a proclamar que él mismo lleva «tres años mediando todos los días».
Además, ha señalado que los paros y ahora la huelga indefinida están haciendo «un daño increíble» al servicio de bus urbano, que había logrado recuperar el 85 % de los viajeros tras la pandemia, y cuyas cifras han bajado, en las últimas semanas, por debajo del 72 % (en comparación con el mismo período del año pasado).
Interés político
Javier Pardo ha reiterado que, tras el conflicto, «hay intereses políticos que no son lícitos», y ha apuntado directamente a BNG y PP, a los que acusa de buscar «con actos e intereses espúreos» lo que «no consiguieron en las urnas».
El concejal ha ido más allá y ha afeado al comité de empresa que no hubiera aceptado las propuestas de la mediadora en la reunión del pasado 24 de noviembre, pretendiendo imponer «un plazo de una semana» para cerrar un acuerdo en un escenario de conflictividad y después de años de negociaciones infructuosas. «La idea es hacer daño a la Navidad y a la gente», ha lamentado.
Asimismo, también ha querido recordar al órgano de representación de los trabajadores, que su principal función es «velar por los pustos de trabajo». «Espero que no haya otros intereses», ha añadido, al tiempo que insistido en que los salarios de los empleados de Vitrasa están por encima de la media del sector.
Finalmente, Javier Pardo ha insistido en que «se tienen que sentar empresa y comité» para negociar un convnio «reflexionado, con cabeza y que se piense en los empleos», porque «se está perjudicando y mucho al transporte público».