Mientras Vitrasa vive un complicado momento por la huelga indefinida iniciada por la plantilla y las múltiples críticas a su servicio, Vigo ha iniciado la cuenta atrás para tener listo el diseño del autobús urbano del futuro. El Concello acaba de formalizar por 320.000 euros el contrato con la UTE Eptisa Servicios de Ingeniería – CPS Infraestructuras Movilidad y Medio Ambiente, que ha resultado adjudicataria del concurso publico lanzado para que una empresa elaborase un estudio técnico que configure el transporte urbano a partir de 2025.
En junio de ese año se terminará la vigente concesión y, por tanto, se hace necesario disponer de dicho informe cuanto antes para trazar las líneas maestras del nuevo bus de la ciudad, licitar el correspondiente contrato, adjudicarlo y que entre en vigor antes de que Vitrasa deje de operar. Está previsto que ese estudio se entregue en octubre de 2024, ocho meses antes de la fecha límite, un tiempo que se puede antojar escaso.
La UTE podría aportar antes sus conclusiones pero eso sería si consiguiese acortar el plazo de diez meses que le ha dado el Concello de Vigo, algo que parece poco probable. Además de las aportaciones técnicas que realicen diferentes expertos, se abrirá una encuesta pública para escuchar la opinión de la gente. Ese trabajo de campo deberá incluir 3.000 encuestas a hogares, 700 de interceptación y otras 600 en el propio transporte público.
También se completarán “procesos de simulación” de la red de transporte urbano de Vigo que correrán a cargo de profesionales con al menos cinco años de experiencia, así como los distintos modelos para definir las propuestas de optimización del autobús público de la ciudad.
Todo ello para adaptar el servicio a la demanda a los nuevos tiempos, con una movilidad más sostenible y ajustando las líneas a las necesidades reales de las personas.
Hasta 2035
El nuevo modelo resultante establecerá las directrices a seguir durante los siguientes diez años, en los que el Ayuntamiento de Vigo quiere introducir todos los avances técnicos posibles en materia de infraestructuras, nuevas tecnologías y desarrollo de sistemas de información que puedan influir favorablemente en la prestación del transporte urbano.
El pliego de condiciones redactado pone énfasis en la elaboración de un modelo de simulación de movilidad en autobús por Vigo, en el análisis de los viajes “más significativos” en la ciudad, en la detección de las carencias de accesibilidad desde las parroquias, en el impacto que tendría la implantación de nuevas líneas, en las consecuencias de la puesta en servicio de la nueva estación de autobuses y en los problemas derivados de la calidad del servicio (indicadores de velocidad comercial, frecuencia, regularidad, tiempo de transbordo, localización e infraestructuras de paradas).
Asimismo, el Concello demanda conocer la flota necesaria para optimizar este transporte urbano –actualmente operan 126 autocares- y sus características, atendiendo a los criterios de estrategias de reducción de emisiones de CO2. Igualmente, se solicita una estimación de la demanda por períodos horarios y línea, con indicación de ocupación.
Indicadores
En todo ello influirán indicadores de accesibilidad y cobertura de población, empleo y centros de atracción. También las paradas cuyo cambio pueda suponer un alto coste por la situación actual (calles humanizadas, paradas singulares, existencia de dársena con carril bici), de modo que sean menos susceptibles de experimentar modificaciones.
Como no podía ser de otra manera, la UTE tendrá que aportar una estimación de los costes operativos resultantes de su propuesta, así como de los ingresos.