La Junta de Gobierno Local ha adjudicado este jueves el nuevo contrato de limpieza y de recogida de la basura en Vigo, que se mantendrá vigente durante los próximos nueve años y medio. La empresa FCC ha ganado el concurso público lanzado por el Concello, que contiene múltiples novedades, tanto en el aumento de los servicios a domicilio como en el incremento de contenedores o la promoción del reciclaje y la sostenibilidad.
Por ejemplo, la firma acudirá a las viviendas que lo demanden para recoger los cuerpos sin vida de los animales domésticos. El objetivo es asegurarse de que los restos son tratados como corresponde. Aunque en Vigo existe un cementerio de animales y la compañía que lo lleva permite incinerar a la mascota, los cadáveres no siempre se gestionan debidamente. Un trato inadecuado es ilegal y conlleva multa. No está permitido enterrarlo en cualquier parte, abandonarlo o tirarlo a un contenedor.
Los motivos son diversos. Por un lado, existe un riesgo sanitario directo si el animal murió a causa de una enfermedad contagiosa para el ser humano. También concurre un peligro indirecto a través de vectores distintos del propio cadáver. Y, además, se puede dar un conflicto medioambiental si el cuerpo entra en contacto con el agua. Por no hablar de la posible aparición de otros animales carroñeros o de la contaminación que el proceso de descomposición puede provocar en la tierra.
Así pues, cuando el contrato entre en vigor en cuestión de semanas se podrá contactar con la empresa adjudicataria para que recoja el cadáver y complete el tratamiento requerido para este tipo de situaciones.
Otros servicios que se ofrecerán sin que la ciudadanía se tenga que mover de casa son la recogida de residuos voluminosos, electrónicos y sacos de escombros de las obras que se puedan acometer en el hogar.
Y es que el Concello de Vigo deberá poner mucho empeño en el tratamiento selectivo de los residuos. Actualmente, el 86% de la basura se deposita en el contenedor verde y la Unión Europea exige que se baje ese ratio. Supuestamente, la unificación del contrato busca conseguir mejores niveles de reciclaje. Anteriormente, había contratos diferentes para los residuos sólidos urbanos, el reciclaje, las papeleras y la limpieza de calles y playas.
Así, se instalarán más contenedores marrones, esos que se empezaron a colocar en Coia y Navia para compostaje. Inicialmente, se distribuyeron como “prueba piloto” pero las exigencias comunitarias obligan a aumentar su uso. De esta forma, Vigo pasará a tener 1.950 colectores de este tipo, cuando ahora solo dispone de 70. La UE obliga a que el 50 por ciento de los residuos procedan de estos recipientes en 2025.
Además, la ciudad incrementará notablemente sus puntos para dejar ropa, calzado y aceite doméstico. Ahora hay 150 en total y el nuevo contrato contempla 1.000. Mientras, se renovarán 1.500 de los 2.770 ya existentes para reciclar papel, envases, vidrio y pilas. Igualmente, se sustituirán 1.000 unidades de contenedores verdes por el nuevo modelo de color gris.
En lo que respecta a los camiones, la empresa dispondrá de vehículos con recogida por derecha, izquierda y detrás para así adaptarse a todas las calles. Además, deberá introducir parámetros ambientales y de sostenibilidad: ahorro de agua en el baldeo de calles, obligación de contratar energía cien por cien verde, uso de vehículos híbridos y eléctricos y el establecimiento de una zona ‘0 emisiones en el Casco Vello “en la que todo tiene que ser eléctrico”, según indicó este jueves el alcalde, Abel Caballero.
Vigo destinará 403 millones de euros a este fin, aunque un 7,7% del importe del contrato será variable y estará supeditado a que la empresa adjudicataria cumpla con los objetivos de reciclaje establecidos en el pliego de condiciones.