Todavía queda alrededor de un mes para que queden inhabilitados los accesos de la AP-9 en el centro de Vigo, así como los de la estación de autobuses con la autopista, pero el nuevo túnel de la calle Lepanto sufrirá ya su primer cierre total esta misma semana.
Tras ser inaugurada el pasado 12 de diciembre, esta salida de la ciudad se cortará a la circulación en la madrugada del 20 de enero. Lo hará, según avisa el Concello de Vigo, durante unas seis horas a contar desde la medianoche del jueves al viernes.
Estas restricciones, tal y como advierte la web municipal, se deben a la obra de montaje de estructuras que debe realizar la empresa Oreco Balgon SA. Se trata de la misma firma que, en unión con Ferrovial, resultó adjudicataria de la construcción del ascensor Halo.
Precisamente esta actuación es la que obligará a cerrar tanto el túnel de Lepanto como la entrada a Vigo por las calles Cervantes y Alfonso XIII y los accesos a la estación de autobuses durante aproximadamente un mes, entre mediados de febrero y mediados de marzo –las fechas exactas todavía se desconocen-.
La afección al tráfico para salir de la ciudad era pública desde el 22 de noviembre, pero el resto –entrada y estación de autobuses- no trascendieron hasta la semana pasada tras preguntar la prensa al respecto. El alcalde, Abel Caballero, reconoció que el Concello tenía conocimiento de ellas desde el principio. La Xunta ha pedido rutas alternativas para la terminal intermodal, que perderá su principal conexión por carretera.