Ya llevaba tiempo trabajando en ello, pero este jueves el Concello de Vigo ha activado oficialmente la maquinaria administrativa para prolongar el túnel que se está construyendo en la Porta do Sol hasta la zona de Torrecedeira. Una idea que surgió hace varios años, pero después de que se adjudicara el proyecto inicial. Proyecto con bocanas en las calles Policarpo Sanz y Elduayen. Ahora se ha dado el visto bueno a iniciar “todos los trámites” necesarios para ampliar el paso subterráneo y crear una gran área peatonal en el centro de la ciudad.
El primero de esos pasos, y probablemente el más importante, es delimitar de forma precisa el trazado que dibuja en el subsuelo la antigua muralla de la ciudad. No solo para no dañarla sino para definir el diseño del futuro túnel bajo el Paseo de Alfonso XII. Tanto el Ayuntamiento como los arquitectos que han empezado a estudiar el proyecto dan por hecho, con toda lógica, que se hallarán vestigios de ese muro defensivo. Aunque dudan de la entidad del yacimiento que se localice. La intensidad constructiva durante estos siglos en la zona, el carácter de relleno y las diferencias de cota hacen pensar en la existencia de restos menores. De cualquier modo, se ha dado orden de excavar y sondear todo el ámbito para sortear la muralla durante las futuras obras.
El nuevo túnel crecerá de 420 metros de longitud a 555. Aunque todavía se tiene que redactar el proyecto final, esa es la estimación detallada que hay sobre la mesa a falta de conocer cómo afectará la presencia de la muralla. Así, se añadirán 135 metros de corredor bajo tierra con las mismas dotaciones previstas hasta el momento: circuito cerrado de televisión, centro de control, sistema contra incendios, ventilación, señalización, puntos de SOS…
Este tramo empezará donde termina el que se está creando ahora. Y llegará hasta el nuevo vial previsto en la urbanización del Barrio do Cura, que a su vez permite conectar con las calles Poboadores, Santa Marta y Torrecedeira. Zonas donde el tráfico ya emerge de nuevo en superficie con una nueva glorieta.
Recuperar el bulevar
De este modo se logra un soterramiento total del tráfico rodado entre Policarpo Sanz y el Barrio do Cura. Para hacerlo realidad, será preciso excavar unos 11.500m³ de terreno, que darán paso a una zona bien diferente en el centro de Vigo. El propósito es que el aspecto de todo el ámbito mude sustancialmente. Para empezar, el diseño ideado por el arquitecto Alfonso Penela pretende reproducir el bulevar histórico del Paseo de Alfonso XII, que albergaba el quiosco que actualmente permanece cerca de la barandilla, y que lleva años cerrado.
Ahí se quiere posicionar nuevamente este establecimiento, que fue inaugurado en 1943 e inicialmente estaba en el medio del paseo, de tal forma que los vehículos circulaban por ambos lados. Años más tarde, con la llegada de los autobuses urbanos y la desaparición de los tranvías, la vía sufrió una transformación y el quiosco, que también servía de marquesina, fue trasladado a la actual ubicación.
En esta zona se mezclará pavimento duro con áreas verdes. También se recolocarán elementos emblemáticos como la escultura del Dragón, la barandilla del mirador o las lámparas de acero forjado. Quien no debería sufrir afectaciones de ningún tipo es el simbólico Olivo. El trazado discurrirá lo suficientemente lejos de su emplazamiento y, además, se estudia protegerlo con una jardinera de catorce metros de diámetro.
Aunque los modelos, detalles y características de los elementos de mobiliario urbano y ajardinamiento se pormenorizarán en el correspondiente proyecto de ejecución, la planificación contempla incluir árboles de gran porte en el nuevo bulevar, así como vegetación entre el bulevar y la barandilla del mirador. También bajo el paseo. Como cabe esperar en un emplazamiento como éste, con vistas a las islas Cíes, no faltarán los bancos para deleitarse con los atardeceres.
Para reforzar la peatonalización, se eliminará el último tramo de la calle Poboadores que actualmente permite el acceso rodado al paseo. Permanece libre de edificaciones, por lo que podrá ser reconvertido en una zona verde que se conectará con la parte superior mediante una pasarela peatonal construida con una estructura ligera de acero, madera y vidrio.
Nuevos flujos ciudadanos y turísticos
En suma, se creará una gran área de disfrute ciudadano, sin vehículos en superficie, que previsiblemente se convertirá en un espacio muy concurrido por la ciudadanía de Vigo. El Concello espera que no solo beneficie a los oriundos como núcleo de actividades culturales y artísticas sino que genere un tránsito de turistas entre el Casco Vello, la zona portuaria y el centro. Podría ser área de paso obligatorio entre la estación marítima, O Castro, el castillo de San Sebastián y las vistas que sirve el propio Paseo de Alfonso XII.
Por otro lado, queda unido el corredor cultural de Policarpo Sanz, García Barbón y Porta do Sol, lleno de edificios con gran valor arquitectónico y centros artísticos como la Pinacoteca o la Casa Galega da Cultura. Sin olvidar, hacia el otro lado, el futuro Barrio do Cura.