En su programa semanal en Televigo, el regidor ha dado cuenta de los planes que tiene en mente para formar un ‘Vigo Centro’ que se una a la calle Príncipe y componga un conjunto “absolutamente peatonal” y que además no afecte a la circulación de vehículos. Se trata de una segunda fase de peatonalización de la zona más neurálgica de la ciudad que tomaría el testigo de las obras que se quieren empezar en la Porta do Sol este otoño y que durarán dos años.
Aunque Caballero admite que en estos nuevos planes quedan aún por resolver aspectos como la compatibilidad con los aparcamientos de Policarpo Sanz o la confluencia del Paseo de Alfonso XII con Pi y Margall, es un proyecto serio que ronda ya por su cabeza desde hace tiempo y tiene previsto acometer.
De esta manera, los vigueses podrían desplazarse a pie sin ningún inconveniente desde el cruce de Colón y Policarpo Sanz hasta el comienzo de Pi y Margall. Todo ello mediante túnel y sin restricciones de tráfico, algo muy importante para el alcalde de Vigo, que se niega a hacer que los autobuses y los coches “den vueltas” que les harían perder “un cuarto de hora” en llegar a algunos destinos de la ciudad. El regidor ha defendido que por la Porta do Sol pasan “millones de viajes” y desviar la circulación perjudicaría la movilidad de los ciudadanos. Además de congestionar otras calles, Caballero sostiene que una persona que, por ejemplo, vaya en transporte urbano a Lavadores tardaría 15 minutos más en llegar a su destino.
El primer edil vigués se ha mostrado visiblemente enojado con los opositores al túnel de la Porta do Sol, que este jueves se concentraron en el Paseo de Alfonso XII para pedir una peatonalización sin excavaciones. “Son tres que tienen una casa allí y se deben creer que son los dueños del mundo”, espetó. Para intentar contradecirles, defendió que las obras no van a provocar problemas en los edificios, que la resistencia del firme va a estar muy medida y que las entradas del túnel serán “exactamente” como las de los aparcamientos subterráneos.