La plantilla de la Urbaser, empresa concesionaria que se encarga de la limpieza de las dependencias municipales de Vigo, ha anunciado este viernes que comenzarán una huelga indefinida a partir del próximo 18 abril para reclamar que la compañía cumpla las condiciones del pliego de la concesión y del convenio colectivo.
Así lo ha anunciado en rueda de prensa el comité de empresa al completo, que compareció junto a los representantes sindicales para anunciar que esta huelga indefinida, acordada en asamblea por unanimidad, afectará a todas las instalaciones municipales, incluido el propio ayuntamiento, ya que consideran responsable al Gobierno local.
“Los trabajadores pertenecen a la empresa Urbaser, pero hay un contrato que tiene el Concello con esta empresa, y eso se llama responsabilidad civil, y el Concello la tiene con las trabajadoras, porque son las que le limpian el despacho y el váter al señor alcalde, las que le limpian todo lo que está a su alrededor”, ha dicho Transi Fernández, responsable nacional de servicios de la CIG.
Denuncia la plantilla, formada en un 90% por mujeres, que se están incumpliendo las condiciones del pliego, el cual, por ejemplo, exige que ante un déficit de horas como el que padecen actualmente, de más de 150 semanas, la empresa tiene que contratar más personal para no sobrecargar al que ya tienen, lo que no está sucediendo.
Además, denuncia la plantilla que la empresa no está respetando las mejoras sociales y económicas que consiguieron los trabajadores en el último convenio colectivo.
El gran caballo de batalla, no obstante, está en la negociación del convenio, atascada desde 2020 porque la empresa hace ofertas económicas y sociales que no se acercan a las propuestas de las trabajadoras, las cuales son fundamentalmente tres. En primer lugar, piden un mayor incremento salarial del que ofrece la empresa, la cual, además, no se aviene a subir el salario base de los dos últimos ejercicios pese a la inflación de 2021, del 6,5 %; en segundo lugar quieren que se les complete la cuarta paga que tienen las trabajadoras, que ahora mismo es la mitad de una paga normal; y en tercero, solicitan una reducción de jornada.
Dado que la mitad de la plantilla está contratada a tiempo parcial, proponen reducir a 35 horas semanales de trabajo las 36,5 que tienen ahora, lo que favorecería a las trabajadoras a tiempo parcial, porque tendrían más tiempo de trabajo y más ingresos, y al mismo tiempo disminuiría la carga de las que están a tiempo completo.
Según Transi Fernández, la plantilla ha pedido en quince ocasiones al concejal del ramo, Javier Pardo, una reunión para tratar el asunto, sin que les haya siguiera respondido.
“Llevamos desde 2020 con un convenio colectivo que no avanza, más prueba de paciencia y responsabilidad no se puede tener. No nos queda más remedio que convocar la huelga y pedimos disculpas a la ciudadanía, pero no nos queda otra medida de fuerza que la huelga indefinida para que se respeten nuestros derechos y se escuchen las reivindicaciones de la trabajadoras”, ha concluido Transi Fernández.