La escena, vivida nada más comenzar el pleno, causó un enorme revuelo en el salón de plenos y fue censurada por los representantes del Partido Socialista. Los concejales del PP exhibieron al mismo tiempo carteles en los que se podía leer “Carmela Silva, dimisión”. Al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, el alcalde –y presidente del pleno-, Abel Caballero, ordenó retirar la figura, que fue sacada del salón por una funcionaria municipal.
La celebración del pleno partía de una petición del PP pero la propuesta de dimisión de los ediles Carmela Silva y Santos Héctor, que acudió como testigo al juicio por enchufismo, no salió adelante al ser rechazada por el PSOE en una votación en la que Marea de Vigo se negó a participar.
Durante el debate, la portavoz ‘popular’ reclamó que los concejales aludidos dejasen su puesto por “dignidad política” y “limpieza democrática” después de que el juez “y no el PP” emitiera una “sentencia demoledora” en la que aseguraba que la contratación de Vanesa Falque, cuñada de Silva, no había sido “fruto de la casualidad”. “Se tienen que marchar”, exigió.
Por su parte, el PSOE definió la convocatoria de esta sesión extraordinaria como “el pleno de la ira, de la injuria y de la calumnia”. “Está claro que lo que acaban de hacer forma parte de la estrategia permanente de la crispación”, denunció Carlos López Font, portavoz socialista, que defendió la trayectoria “intachable” de Silva y Héctor, que no fueron incriminados por este asunto. “En mayo los vigueses les sacarán a ustedes tarjeta roja”, espetó.
Por último, Rubén Pérez, de Marea de Vigo, censuró los hechos pero fue más allá al asegurar que las contrataciones en el Concello son un problema “crónico” que se viene dando “desde hace 30 años” y que se sigue fomentando al convocar puestos de trabajo en los que la entrevista personal es mucho más importante que los méritos o las pruebas técnicas.
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