El Comité Organizador del XIII Congreso del Partido Popular de Vigo, que se celebrará el 18 de diciembre para escoger quién presidirá la formación es hoy tan protagonista como las dos candidaturas tras una semana en la que sobre el proceso han sobrevolado sospechas de fraude y agrias declaraciones cruzadas entre los aspirantes.
Marta Fernández-Tapias, actual delegada de la Xunta de Galicia en Vigo, y Javier Guerra, ex conselleiro y actualmente senador, son quienes aspiran a presidir el PP de Vigo y, en consecuencia, entregaron en la sede del partido los avales que ya les acreditan para entrar en la liza electoral.
El comité organizador validó sus avales, horas después de que Guerra lo pusiera bajo la lupa: “Pedimos un control exhaustivo de este proceso”, dijo el candidato, quien el pasado martes acusó a la comisión, responsable de garantizar la transparencia del proceso electoral, de saltarse su compromiso de imparcialidad.
Afiliación «irregular»
Era su respuesta a un comunicado difundido por la propia comisión en el que alertaba de que en la sede nacional del Partido Popular se habían detectado hasta 35 intentos de afiliación a la formación “de manera irregular”, lo cual, en caso de ser admitidos, “podría suponer una alteración del censo de afiliados” de cara a la celebración del congreso local. La comisión apuntaba directamente a Guerra, en cuya cuenta corriente trataron de domiciliar sus cuotas hasta 19 personas que solicitaban la afiliación, sin que entre el candidato y esas personas existiese ningún tipo de vinculación familiar “o análoga”.
“Circunstancia similar concurría en otras 16 solicitudes de afiliación, en las que constaban como titulares de la cuenta de domiciliación personas que en algunos casos ostentan puestos de representación del Partido Popular en el Ayuntamiento de Vigo”, añadía el comité.
El comunicado del comité tuvo rápida respuesta por parte de Fernández-Tapias, quien señaló que los militantes del PP de Vigo “se merecen un congreso limpio, un congreso sin trampas”, y sin “maniobras en la sombra”, las cuales contradicen su forma de entender la política. “Yo quiero ser la candidata de la militancia real, la que lo ha dado todo por este partido en los momentos más difíciles. Otros a lo mejor prefieren otro tipo de militancia con tal de ganar el congreso, pero ese no es mi estilo”, añadió.
Rueda pide «transparencia»
En el asunto medió incluso el vicepresidente primero de la Xunta y presidente del PP en la provincia de Pontevedra, Alfonso Rueda: “Yo pediría, y estoy seguro que es lo que desea todo el mundo, que haya un congreso con la máxima transparencia, con la máxima limpieza”, dijo durante una visita a Vigo.
Pero la candidatura de Guerra, ‘Vigo Nos Une’, en un escrito remitido a la militancia, no sólo negó las acusaciones sino que aseguró que están orientadas a “afectar a los resultados” al intentar desprestigiar a una de las candidaturas.
“¿No puede dar la sensación de que hay personas que, desde fuera de Vigo, tienen miedo a los votos de los afiliados vigueses y quieren ganar en los despachos lo que saben que no puede ganar en las urnas?”, se preguntaba la candidatura en ese escrito.
Históricos del partido
Entre los militantes del PP de Vigo existe la convicción de que Fernández-Tapias, cuya candidatura es apoyada por históricos del partido en la ciudad, es la favorita de la dirección provincial, mientras que Guerra cuenta con el apoyo de los concejales de la formación en la corporación municipal o con el de la senadora Elena Muñoz y el diputado Diego Gago.
En todo caso, la acusación del comité es espuria para la candidatura de Guerra, quien defiende que no cometió ilegalidad alguna, porque esas 19 personas que domiciliaron sus cuotas en su cuenta personal son “allegados”, ni puede alterar el censo electoral porque las propias normas del comité organizador del Congreso Local impiden votar a quienes no estuviesen afiliados antes del pasado 20 de julio.
Al día siguiente, la candidatura de Fernández-Tapias, a través de Antonio Martiño, miembro de la misma, calificó de “inverosímiles” las explicaciones de Guerra, del que dijo que “pagó con su dinero esas afiliaciones porque esperaban que esas personas pudieran votar” en el Congreso, y lo acusó de intentar un “pucherazo”.
«Posibles confusiones»
Por su parte, ‘Vigo Nos Une’ difundió una misiva del secretario de Organización del PP de España, Alberto Casero, enviada al propio Guerra, en la que explica que si remitió una carta a Alfonso Rueda fue “con la intención de aclarar posibles confusiones”, y en la que asegura que en ella “no se hacía referencia a un número concreto de afiliaciones ni, por supuesto, se hacía referencia a ningún nombre en concreto”.
Fue en este clima enrarecido en el que este jueves se acercaron ambos candidatos a la sede del partido a depositar sus avales, tras lo cual, Guerra dijo que no iba a valorar “ningún tipo de acusaciones ridículas”, aunque no escondió sentirse triste por las que sobre él se han vertido.
“El partido es mucho más que este congreso y el daño que le están haciendo va a ser utilizado contra todo el PP. La acusación, además de ridícula, es irresponsable y un error político”, se limitó a apuntar Guerra.
«¿Les merece la pena?»
“Lo que sí lamento profundamente es que hayan lanzado contra mí a personas a las que considero mis amigos y a las que quiero. ¿Les merece la pena?”, se preguntó antes de asegurar que ha llegado el momento de “ilusionar a la militancia” y de “empezar a construir una alternativa fuerte en Vigo”.
Por su parte, Fernández-Tapias evitó seguir escarbando en la herida y se limitó a hacer un llamamiento a la toda la militancia para trabajar con el objetivo de que “los vigueses recuperen el orgullo de ser del PP y que el Partido Popular recupere el orgullo de ser vigués”.
Cuatro de 27 concejales
El congreso del próximo día 18 es relevante para el PP, en tanto que su ascendencia en la mayor ciudad de Galicia, con tan sólo cuatro concejales de 27, es prácticamente irrelevante frente a la mayoría absolutísima del socialista Abel Caballero, con 20 asientos en el pleno.
Es más que probable que quien se haga con la presidencia del partido sea el que mida sus fuerzas con Caballero, que cumple con su décimo cuarto año de mandato y que desde la alcaldía se ha convertido en uno de los principales azotes del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.