El PP de Vigo ha achacado a la “improvisación y a la ausencia de una planificación previa” los episodios de colapso circulatorio que afectan al centro y a las entradas y salidas de la ciudad, especialmente los fines de semana y los festivos. Una “caótica” situación que podría haberse evitado con un “plan de movilidad extraordinario”, según aseguró este martes el responsable de la comisión de Movilidad y Seguridad Ciudadana de la formación, Marcos Araujo.
Tras recordar que el tráfico es una de las grandes preocupaciones de los vigueses, Araujo reprochó a los socialistas que en sus 15 años al frente del Gobierno local no hayan sido capaces de atajar esta problemática. “El caos de tráfico estos días, ante el atractivo turístico que suponen las luces de Navidad, era más que previsible y podría haberse evitado con una buena planificación”, subrayó el responsable de la comisión popular.
“Lo sensato habría sido diseñar con tiempo rutas alternativas y cambios de circulación, incentivar el uso del transporte urbano y reforzar la plantilla policial para evitar que vecinos y visitantes se vean atrapados durante horas en sus vehículos o sufran las consecuencias de una ciudad paralizada por el tráfico”, argumentó Araujo. Con todo, advirtió que, si bien esta situación se ha visto agravada en estas fechas, no es un hecho aislado ni puntual de la Navidad. “Vigo tiene un verdadero problema de tráfico que hay que abordar de forma inmediata”, sentenció.
Precisamente, a este respecto, Araujo defendió algunas propuestas sobre las que trabaja la comisión que preside y entre las que citó la elaboración de un “plan de aparcamientos disuasorios”; mejoras de conexión y servicios del transporte público, especialmente en zonas de mayor afluencia como estaciones, centros comerciales, de trabajo o hospitales; un modelo de taxi-bus para dar servicio a las parroquias con menor densidad de población; o la implantación del transporte metropolitano, entre otras.
También abogó por ampliar la red de aparcamientos públicos y la potenciación de medios de transporte alternativos, como el alquiler de bicicletas o vehículos pequeños eléctricos.
Medidas todas ellas que, en opinión de Araujo, contribuirían a descongestionar de tráfico el centro urbano y agilizar la circulación, y que tendrían un impacto positivo en la ciudad.