El Concello de Vigo acelera para tener listo el elevador en el menor tiempo posible. Una pala excavadora ha iniciado las labores para eliminar el talud que desde hace décadas obliga a los vecinos de Pi i Margall a dar un rodeo por la calle Chile o, en su defecto, por Peniche o Romil.
La obra se adjudicó el pasado 20 de enero en 490.000 euros y tiene un plazo de ejecución de siete meses, por lo que debería estar finalizada a mediados del próximo verano. El elevador recorrerá una distancia aproximada de 32 metros salvando una altura de 20 metros entre Menéndez Pelayo y la Avenida das Camelias. La actuación abarcará un total de 523 metros cuadrados en los que el elevador tendrá tres paradas, desde la cota de 45 metros a la de 60 metros de altura, permitiendo a medio camino el acceso a varios locales.
La capacidad de carga del ascensor será de 25 personas en cada viaje, por lo que podrá transportar a 1.700 personas a la hora. Será la segunda actuación municipal dentro del proyecto Vigo Vertical, que tiene el objetivo de facilitar la movilidad de los peatones entre la parte baja de la ciudad y el monte de O Castro.
El Concello ya dispone de un estudio pormenorizado en el que se detalla la inversión necesaria, en total 14,5 millones de euros, para continuar con la iniciativa ya puesta en marcha en Porta do Sol y a punto de iniciarse entre las calles Menéndez Pelayo y Camelias.
El informe, realizado por la empresa Enxeñería e Análise Medioambiental, se denomina «Estudio de Accesibilidade Transversal na fronte litoral e de conectividade peonil no entorno do Casco Histórico de Vigo» y ofrece diferentes posibilidades para la instalación de nuevas escaleras y elevadores repartidas por cuatro áreas bien diferenciadas.
El proyecto «Vigo Vertical» se centra en un total de veinte actuaciones, dos de las cuales son las ya mencionadas y otras tres deben esperar a la conclusión de la estación intermodal de alta velocidad, por lo que todavía no se han presupuestado.