Este año, por primera vez, la concesionaria de la autopista, Audasa, tendrá que abonar el recibo del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) en todos aquellos municipios que atraviesa la AP-9. Solo en la provincia de Pontevedra, las facturas sumarán más de 2 millones de euros y una parte importante de esta cantidad, 383.000 euros, irán a las arcas del Concello de Vigo.
El temido recibo de la contribución, que ya se ha comenzado a enviar desde el Concello de Vigo a los propietarios de bienes inmuebles de naturaleza urbana, también llegará a la empresa Audasa, que por primera vez no estará exenta del pago del IBI.
Hasta ahora, la empresa se beneficiaba de una bonificación de hasta el 95% del impuesto en virtud de una Ley de Autopistas aprobada en 1972 y que todavía está en vigor. Sin embargo, un real decreto de 2000 estableció una cláusula que fijaba la caducidad de dicha bonificación a partir del 19 de agosto del año 2023.
«El año 1972 era la época franquista en la que todo se hacía en función de los intereses de las empresas, y la AP-9 no pagaba IBI en Vigo, solamente el 5 por ciento. Este año, pasará de pagar 18.000 euros a pagar 383.000, se multiplica por 21 y por tanto van a pagar el 100 por cien que corresponde», ha señalado este miércoles el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que ha tachado de «intolerable» el que una empresa «con tal nivel de beneficios no pagara el IBI». «Era la dictadura, claro, algo de lo que felizmente nos libramos y lo que por cierto algunos parecen querer volver desde algunas posiciones políticas», ha remarcado.
Por lo tanto, el regidor vigués ha celebrado que este año «por primera vez en la historia», la AP-9 va a pagar IBI a la ciudad de Vigo». Además, a los 383.000 euros de la AP-9 se añaden los 51.000 euros que también se cobrarán a la autopista del Val Miñor, lo que elevará el ingreso por el catastro a 433.500 euros.
El periodo de pago voluntario comienza a partir del 30 de agosto y finaliza el 31 de octubre, fecha a partir de la cual el pago se hará con recargo.