El Concello de Vigo ha adjudicado este viernes las obras de mejora del túnel de Beiramar, que se centrarán en reforzar la seguridad y adaptarla a la normativa europea. Los trabajos, que serán acometidos por la firma Imes Api, podrán empezar en cuanto se resuelva el habitual papeleo previo a la ejecución. Es decir, podrán iniciarse este mismo año si no lo impide el parón de obras que se suele implantar durante la Navidad.
En todo caso, los conductores deben prepararse para los cortes de tráfico que se introducirán durante las labores. Por ahora, se desconoce el alcance de esas “afecciones” pero el alcalde, Abel Caballero, ya ha confirmado que “naturalmente” será “necesario” implantar restricciones de circulación. “Lo iremos anunciando”, ha adelantado el regidor vigués. Recordemos que la Avenida de Beiramar lleva meses soportando cortes por obras, en este caso de la Autoridad Portuaria de Vigo.
La actuación, que se extenderá por los diferentes tramos del túnel de Beiramar, persigue “extremar” el cumplimiento de las normativas europeas de seguridad. Una de las novedades será la instalación de un sistema de megafonía que permitirá comunicarse con los usuarios en caso de ser necesario –accidente o avería, principalmente-. “Vamos a poder conectar por megafonía en caso de que surja cualquier cuestión y rápidamente dar instrucciones a ese coche y al resto”, explicó Caballero.
Esta comunicación con los conductores se verá reforzada por paneles de mensajería e información visual y nuevos carteles de avisos. Asimismo, se contratará un software de control y vigilancia “de última tecnología”. Igualmente, se sustituirán todos los armarios de petición de socorro (SOS) y se renovarán las luces de emergencia y el conjunto del alumbrado.
De cara a afianzar la prevención de incendios, se desplegará un cableado adecuado para circunstancias extremas de fuego, nuevos cuadros eléctricos de distribución y detectores de monóxido de carbono y de gases nitrógenos.
El alcalde de Vigo recordó el incendio sufrido en enero en el túnel de A Cañiza, en el que “seguramente se evitó un daño mayor” gracias a la mejora que se introdujo en su día, precisamente para adaptarlo a la normativa comunitaria.