Decenas de trabajadores de Vitrasa, la concesionaria municipal del transporte público de Vigo, se han vuelto a concentrar este miércoles en la Plaza do Rei ante la sede del Ayuntamiento, donde han criticado «seguir sin noticias» ni de la empresa ni del gobierno local.
Allí, a partir de las 10:00 horas, empleados de la compañía han vuelto a reclamar un convenio «digno» durante una nueva jornada de huelga, que se repetirá este jueves, día en el que llevarán a cabo una manifestación que partirá a las 19:00 horas desde la Plaza de España.
El presidente del comité de empresa, Imano Arnoso (CIG), ha criticado la posición del gobierno local y de la firma, ya que «no han dado noticias» pese a que hace unos días los trabajadores anunciaron la convocatoria de una huelga indefinida a partir del 25 de noviembre. Pese a concentrarse ante la sede del Ayuntamiento, este miércoles tampoco fueron recibidos por ningún miembro del gobierno local.
«No tenemos noticias ni del Ayuntamiento ni de la empresa. Tras convocar la huelga, pensamos que igual alguna de las partes reaccionaría, pero a día de hoy no ha sido así. Nosotros vamos a continuar con nuestra hoja de ruta», ha indicado Arnoso en declaraciones a Europa Press, recordando que también se han planificado paros parciales los próximos días.
Arnoso ha explicado que desde el pasado mes de abril no han vuelto a mantener una reunión de negociación del convenio con la compañía. En ese encuentro, la firma les ofreció un adelanto económico de 500 euros para cada empleado, dejando para más adelante el acuerdo final. Dicho adelanto fue rechazado por el comité, al considerarlo un «chantaje».
Arnoso también ha lamentado las «mentiras» trasladas por la empresa a los medios de comunicación, después de que en un comunicado Vitrasa asegurase que, de media, sus conductores cobraban unos 33.000 euros brutos al año. Según él, un informe presentado por la propia compañía situaba este sueldo en algo más de 27.400 euros brutos al año.
«Un conductor cuando empieza cobra unos 1.300 euros netos al mes, luego hay pluses de antigüedad. No tenemos un salario bestial. Puede que sea superior al de otros trabajadores del gremio, pero nuestro trabajo es muy estresante», ha reivindicado, indicando que no solo piden un mayor sueldo, sino otras mejoras como más tiempo de descanso o incluso baños en los puntos de partida de las líneas de autobuses para poder ser utilizados por los empleados.