El primer viernes de la Navidad de Vigo 2023-24 (el anterior fue el encendido a las 20:00 horas) acabó en desastre. La ciudad revivió la pesadilla de las peores jornadas navideñas de hace un año con un colapso total.
El caos de tráfico se extendió de punta a punta, sin posibilidad de escapatoria para cientos de conductores. El anunciado plan de tráfico no funcionó. Hubo escenas preocupantes como ambulancias en emergencia sin poder pasar. Otras sorprendentes, como coches estacionados en un carril de Beiramar.
La tormenta perfecta cayó sobre Vigo este 1 de diciembre. Festivo en Portugal, viernes de compras, primer fin de semana de Navidad, huelga de autobuses… Todo confluyó para que el caos se apoderase de las calles viguesas durante horas.
Problemas en la autopista
A primera hora de la tarde comenzaron los problemas. Los accesos a la ciudad por la autopista AP-9 comenzaron a sufrir la intensidad del tráfico de entrada. Primero colas en la salida de Alfonso XIII e Isaac Peral, luego Buenos Aires. La autovía A-55 también soportó la llegada masiva de vehículos. Las retenciones comenzaron a hacerse kilométricas.
La propia ministra de Educación, Pilar Alegría, se vio atrapada en las colas. Tenía un acto con dirigentes socialistas en la Porta do Sol, pero le fue imposible llegar. Dio media vuelta cuando pudo y enfiló hacia Pontevedra. Allí asistió al partido de fútbol femenino entre España e Italia.
Túneles
En el casco urbano tardó algo más, pero llegó. El túnel de Beiramar fue incapaz de asumir el aluvión y se atascó de punta a punta. A partir de ahí ya no hubo solución. Las principales calles se bloquearon, desde Colón, Urzaiz y Gran Vía hasta Sanjurjo Badía, Travesía de Vigo o Camelias.
A lo largo de la tarde se vieron escenas insólitas como coches aparcados ocupando un carril en Beiramar o peatones por el interior del túnel que da acceso a la paellera. Varios automovilistas asistieron atónitos en el momento en que autobuses repletos abrían sus puertas y bajaban turistas para caminar por el túnel y llegar a la ciudad.
Ambulancias sin paso
Otras escenas igual de preocupantes. Las ambulancias tuvieron muchas dificultades para abrirse paso entre el atasco y la Policía se vio desbordada.
La gran cantidad de visitantes procedentes de Portugal llegó hasta Navia. En el PAU decenas de autobuses estacionaron tras dejar a los turistas en el centro. Allí esperaron hasta última hora para realizar el recorrido inverso.