Abel Caballero remitió este lunes una misiva al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en la que le propone un listado de cuestiones pendientes que el Gobierno autonómico «debe resolver de forma inmediata antes de iniciar cualquier diálogo del Concello».
El alcalde informó durante su rueda de prensa ante los medios de comunicación del envío de esta misiva en la que incluye un listado de «todas las carencias y la deuda histórica que la Xunta tiene con Vigo y de todas las cuestiones que tiene que acometer en la ciudad».
Además, en el texto, se reclama a Núñez Feijóo una serie de demandas que «la Xunta debe resolver de forma inmediata antes de iniciar cualquier diálogo con el Ayuntamiento» porque, según Caballero, «no le creemos», aludiendo a la reunión mantenida entre ambos en el año 2015 «en la que llegamos a acuerdos y la respuesta fue no cumplir ni uno solo de ellos e incluso llevó a los tribunales el Área Metropolitana».
El alcalde de Vigo emplazó a Feijóo a que «antes de ningún diálogo muestre voluntad de acuerdo», citando como ejemplos de decisiones el desbloqueo del veto puesto al acceso al colegio Párroco don Camilo, al negar la aplicación de la Ley Vigo, igual que ocurre con el pabellón de Matamá, la retirada del gravamen de 650.000 euros sobre la presa de Eiras, «que quieren cobrar al Ayuntamiento», la retirada del «veto político» a las pasarelas mecánicas de la Gran Vía, el inicio de la derogación de la ley «que obliga a Vigo a pagar los autobuses de la gente que no es de Vigo sin que la Xunta pague ni un euro» o la retirada de la ley por la que el Ayuntamiento debe pagar parte de los centros de día y escuelas infantiles. Son, para Caballero cuestiones «que no tienen coste presupuestario y con las que la Xunta hace obstaculización política a la ciudad de Vigo».
En la misiva también figura la reclamación de algunas cuestiones pendientes como la humanización de Pereiró, que es competencia autonómica, o el pago de la reforma del estadio de Balaídos, del mismo modo que el Concello y la Diputación.
El alcalde de Vigo apuntó que «nada me agradaría tanto como poder recibir al señor Feijóo con todo el entusiasmo porque habría dado muestras y habría resuelto los problemas pendientes de la ciudad». «Pero la ciudad no confía en Feijóo por las promesas incumplidas y el abandono de la ciudad», resumió.