La implosión del Partido Popular en la capital de España ha originado en las últimas horas un auténtico cataclismo político. Pero la guerra abierta entre la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente «popular», Pablo Casado, está a punto de afectar directamente a Galicia y, por extensión, a Vigo. Y es que el último episodio de las batallas madrileñas -antes fueron Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes– se llevará por delante al máximo mandatario del partido fundado por Manuel Fraga.
«Feijóo es la solución». La frase pronunciada por Fernando López Miras, presidente murciano, resonó con fuerza a las nueve de la noche a las puertas de Génova. Los anteriores barones que ya habían entrado también se habían pronunciado con (casi) la misma rotundidad. Alberto Núñez Feijóo ya estaba en el interior de la sede en conversación directa con Casado. Allí pactaban las formas, que no el fondo, en las que se produciría el relevo.
El dirigente gallego llegó entre una gran expectación mediática y seguido por las decenas de cámaras situadas a las puertas de la sede nacional. El resto de los barones estaban citados a las 20.00 horas, un día después de que Casado anunciase la convocatoria de un congreso extraordinario. La aclamación de Feijóo ya no tiene dudas. Será el encargado de dirigir los designios de su partido para recuperar La Moncloa en 2024.
Rueda, sin rivales
Pero este terremoto político tiene consecuencias directas en Galicia. Primero y más obvio, porque habrá que elegir a nuevo presidente. En este punto tampoco hay grandes dudas. El señalado es Alfonso Rueda, vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Xustiza e Turismo. A priori, no tendrá rivales. Ni Conde, ni Puy, ni Calvo. Nadie tiene más peso político que el pontevedrés.
El nombramiento de Rueda sería lo antes posible, pero nunca en un plazo inferior a un mes. Durante este tiempo, el Gobierno gallego continuaría ejerciendo en funciones y la Cámara gallega tendrá que convocar una votación para que pueda salir elegido. A continuación le tocaría nombrar al nuevo gabinete. A estas alturas sería excesivo especular sobre los cambios, pero todo apunta a que no realizaría grandes cambios para minimizar la «crisis» institucional de la Xunta.
Con tiempo para trabajar en las siguientes Elecciones Autonómicas, si se cumplen los plazos en junio de 2024, el primer «referéndum» al que se enfrenta serían las Municipales, en mayo de 2023.
Caballero, sin su «mantra»
¿Cómo afrontará Abel Caballero los cambios? Otra de las vertientes que provoca el seísmo del PP es el de la política más cercana, la estrategia municipal del alcalde más votado de la historia. Para Caballero, el presidente Feijóo ha sido desde 2009 un «referente» en su discurso. Sin su figura al frente de la Xunta de Galicia, el regidor vigués perderá un elemento fundamental en sus comparecencias públicas. Si es Rueda, a buen seguro que recuperará la ya histórica batalla de Vigo por el Juzgado Mercantil o la Audiencia. Tiempo al tiempo.
Así, el alcalde observa ahora desde la barrera lo que ya le ocurrió a Pedro Sánchez en su día. Por aquel entonces, y en circunstancias muy diferentes, el actual presidente perdió la confianza de su partido. Posteriormente, recuperó el poder en unas primarias frente a la andaluza Susana Díaz. Ahora, Caballero espera «rival» para reclamar las «deudas» que considera que la Xunta tiene con Vigo.
Pronto habrá resolución, pronto habrá un nuevo duelo político. Es cuestión de días, aunque visto lo visto esta última semana, quizás sea en horas.