«Quiere meter miedo a los vecinos y nosotros les mostramos nuestra solidaridad, rechazamos las acusaciones del Abel Caballero y del concejal Carlos Font, son únicamente mentira», afirmó Óscar González, de Podemos Vigo, durante la rueda de prensa ofrecida en una cafetería situada junto a la rotonda de Coia.
En la misma línea se manifestaron el resto de representantes. Xosé Carlos Xoia Lago, por el BNG, afirmó que «resulta chocante ver a un gobierno en minoría asumiendo está actuación escandalosa». Por su parte, Cid Cabido (Anova) aseguró que «estamos ante otro espectáculo para iniciar la precampaña electoral» y vaticinó que al alcalde le quedan solo «unos meses» en el poder.
Rubén Pérez, coordinador local de Esquerda Unida, indicó que «no somos fuerzas extremistas y es denunciable que el alcalde intente criminalizar a la oposición». Además, señaló que Abel Caballero utiliza «la misma táctica que Mussolini en los años 20» y explicó que «la oposición se retira a la rotonda de Coia, donde está de verdad la democracia».
Por parte de Xaquín Valencia (Equo) las críticas se centraron también en los gastos del Concello. «Caballero es el que se porta como un fascista, se gasta el dinero en un montón de chorradas y no quiero una ciudad bonita, quiero una ciudad en la que la gente no pase hambre».
Miguel Ángel Cabaco (CGT) y Alberto Carreiro (Piratas de Galicia) coincidieron con sus compañeros de mesa en criticar la actuación municipal y policial durante los incidentes en la rotonda.
En lo que no estuvieron de acuerdo los siete grupos representados fue en la actuación a llevar a cabo con el pesquero «Bernardo Alfageme» si se instala en la rotonda y ellos logran capacidad de decisión tras las elecciones municipales. Las versiones variaron desde realizar una encuesta hasta trasladar el barco al Museo do Mar o dejarlo en el lugar para no gastar más dinero.