La situación vivida el pasado fin de semana, durante la celebración de Halloween, ha sido la gota que colma el vaso de los hosteleros de la Zona Náutico de Vigo. Las noches del viernes, sábado y domingo se congregaron multitud de jóvenes en As Avenidas. Las consecuencias las sufrieron los vecinos y los responsables de los establecimientos, cuyas puertas amanecieron plagadas de «basura, orines y vomitonas».
«El Concello tiene que hacer algo, no puede ser que nosotros paguemos los impuestos y nos levanten las terrazas a las 12, pero dejan el botellón, con ruido y suciedad», asegura Marcelo Tosa, miembro de la directiva de la Asociación de Comerciantes y Hosteleros Zona Náutico y de la Federación Provincial de Hostelería. Hace tan solo unos días mantuvieron una reunión con el alcalde, Abel Caballero, para solucionar ambas cuestiones. Han pedido poder abrir hasta las 2, pero todavía no han recibido respuesta.
Las principales quejas se centran en el horario de retirada de las terrazas. Antes de la pandemia, podían tener las mesas hasta la 1 de la madrugada y media hora antes dejaban de servir y comenzaban a recoger. Durante más de año y medio han tenido que ajustarse a las decisiones del comité clínico de la Xunta de Galicia. Ahora, cuando por fin creían que podían volver a la normalidad tampoco pueden.
«Levamos año y medio muy jodido, esperábamos que con la apertura del comité nos dejasen trabajar, pero ahora es el Concello el que nos cierra», añade Tosa. La realidad ahora es que desde Praza de Rei alegan que la zona está protegida contra ruidos y los hosteleros tienen que retirar antes sus mesas. «Pero luego contra el botellón no pasa nada», se queja el directivo.
Música a todo volumen, botellas rotas, gritos, suciedad por todas las esquinas… Los hosteleros claman por el control. «No tenemos nada contra los chavales, se pueden divertir, pero no es normal que a nosotros nos cierren y ellos utilicen el espacio de las terrazas que nos levantan para celebrar un botellón», asegura.
El pasado fin de semana alertaron a la Policía, pero el número de jóvenes congregados era tan grande que tardaron horas en desalojar la calle. En lugares cercanos, como calle Pontevedra o Praza de Portugal, también se repitieron las mismas escenas e incluso hubo altercados con varias personas detenidas.
Caballero: «Tenemos que lograr que desaparezca»
El alcalde, Abel Caballero, habló este martes sobre la concentración de jóvenes este pasado fin de semana en As Avenidas. «Este botellón fue atendido por la Policía, tomaron medidas y se consiguió deshacer. Es cierto que hay que trabajarlo a fondo porque no puede haber botellones de esa envergadura en la ciudad, pero esto también significa un trabajo que hay que hacer, con la Policía, con los ámbitos sociales, cuidadores y expertos sociales», aseguró.
Al ser preguntado sobre esta cuestión durante su comparecencia ante la prensa, el regidor indicó que «el botellón es un fenómeno de alcohol y social que tiene que ser tratado en toda su magnitud, hay incrementos en toda España, aquí es muchísimo menos agresivo que en otras ciudades de España, pero ahora que se normaliza la hostelería, parte muy importante, tenemos que hacer que desaparezca y se minimice».