La Gran Vía de Vigo comienza a lucir su nueva cara de camino a la profunda reestructuración que ha puesto en marcha el Concello para facilitar la movilidad de peatones y convertir el viejo bulevard en una moderna rampa mecánica. La UTE formada por San José y Covsa avanzan a marchas forzadas para completar cuanto antes los tres tramos que se reformarán en esta primera fase del proyecto financiado por la con fondos Feder (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) a través del programa Vigo Vertical – Edusi (Estratexia de Desenvolvemente Urbano e Sostible).
El alcalde, Abel Caballero, explicó este martes que ya ha finalizado la colocación de los 12 tramos con 6 rampas mecánicas en la Gran Vía, entre María Berdiales y Venezuela. A lo largo de la tarde de este martes, comenzó la instalación de los primeros 26 pórticos que conforman la cubierta de las rampas, que llevará un total de 175. Se trata de estructuras de metal de diferentes colores que, una vez instaladas serán medidas con precisión para colocar los vidrios que las unen.
Con un presupuesto de 5,2 millones de euros, la previsión del Concello es que la obra esté acabada a finales de agosto. Aunque a simple vista parezca un trayecto continuado, el proyecto está dividido en seis tramos y por el momento son tres los que se están ejecutando: entre María Berdiales y Luis Braille, entre Luis Braille y Ecuador y entre Ecuador y Venezuela. El resto –entre Urzaiz y María Berdiales, entre Venezuela y Bolivia y entre Bolivia y Nicaragua- han sido paralizados por la Dirección Xeral de Patrimonio.
En total, serán 210 metros de trayecto el que se podrá completar subiéndose a ellas, salvando así una pendiente del 9%. El proyecto, asimismo, contempla 300 metros cuadrados de zona verde.
Las obras empezaron en junio de 2019 y tenían un plazo de ejecución de ocho meses. Los dos meses de parón navideño y las dos semanas de confinamiento total por la crisis del Covid-19 han motivado parte de su retraso.