En los últimos días, operarios de la empresa adjudicataria del túnel de Elduayen, Civis Global SL, se afanan en la colocación de unas franjas que imitan a piedra a lo largo de toda la calle, asfaltada el pasado mes de diciembre tras cubrir las ruinas arqueológicas encontradas durante la excavación de dicho túnel y que, ahora, es peatonal con acceso restringido a residentes.
Concretamente, se está ultimando la instalación de «lamas que tienen por encima piedrecitas», como confirman vecinos del entorno, simulando la imagen del material que ya está colocado en Porta do Sol. Y es que, según apuntan los vecinos, parece ser que esta era la intención del gobierno local: cubrir el total de la calle y quitar la dura imagen de asfalto y hormigón que tiene ahora mismo. Sin embargo, la instalación se ha quedado simplemente en la colocación de un total de 8 franjas a lo ancho de la calle y de forma alterna. El objetivo de estos trabajos no es otro que tener una «función decorativa«.
Esta actuación del gobierno local es un «nuevo parche» para una calle que en los últimos años ha estado muy castigada debido a la ejecución del túnel. Y es que los vecinos consideran que, a pesar de encontrarse en pleno centro de la ciudad y ser una de las principales arterias del Casco Vello -la que siempre se considera como la línea divisoria entre la parte alta y la baja del barrio histórico-, se trata de una calle que está «en tierra de nadie» en lo que a servicios se refiere.
Reconocen que se ha mejorado la iluminación pero ya han solicitado también que, tras esta pequeña obra «decorativa», instalen papeleras y la recogida de aguas en algunos de los números de la vía que en la actualidad carecen de ella.
Problema de aparcamiento
La ejecución del túnel pero, sobre todo, su paralización y, ahora, la vinculación de continuar con el mismo al desarrollo del Barrio do Cura hace temer que sigan con esta situación de «abandono» durante mucho más tiempo. Algo que se acrecienta todavía más con el problema del aparcamiento. A la ya conocida eliminación de las plazas de estacionamiento en la calle Poboadores, los vecinos de Elduayen -y también los del Paseo de Alfonso- sorprendentemente son la ´cara B´ del Casco Vello. Y es que no los reconocen como residentes a efectos de aparcamiento. Y es que a ellos no les renuevan las tarjetas rojas de residentes para poder circular y estacionar en las calles de la zona antigua.
Como explica uno de los vecinos afectados por esta situación, la ordenanza municipal que regulaba este trámite se remontaba al año 1981. Años después se hizo una modificación en la que se dividía el Casco Vello Alto de la parte baja siendo la calle Elduayen la que marcaba el perímetro divisorio, pero dejándola fuera de esta clasificación. Lo mismo sucede con el Paseo de Alfonso.
Así, la parte alta del Casco Vello para residentes está restringida a las calles Cruz Verde, Ferrería, San Sebastián, Subida ao Castelo, Herba, Praza de Argüelles y la calle de Santiago. Mientras, la zona baja está delimitada por el entorno de Poboadores, San Francisco, Ribera del Berbés, Montero Ríos, Carral y Porta do Sol. Elduayen y Paseo de Alfonso son «la tierra media» que queda completamente abandonada y sin poder optar a ser considerados residentes del Casco Vello.
Y esto ha provocado que desde el gobierno local no les permiten renovar las tarjetas que ya están caducadas. Sin embargo, en el año 2014 se aprobó una moción en el pleno de la Corporación municipal en la que se solicitaba la aclaración de la ordenanza además de pedir la reordenación y renovación de la señalización de tráfico. Sin embargo, hasta el día de hoy no se hizo nada al respecto. «Esto se complicó con la obra del túnel y ahora con el problema que hay con el voladizo del Paseo de Alfonso», comentan los vecinos.
Ser considerados residentes de pleno derecho
Es por ello por lo que se suman a las reivindicaciones que ya se han comenzado a realizar desde la Asociación Casco Vello Alto para tener alternativas y soluciones al problema del aparcamiento en la zona histórica dela ciudad.
Y en su caso todavía con mayor fuerza apuntando que quieren ser considerados «residentes a efectos de derecho a aparcar» como tal, apuntan. Y es que resulta una paradoja que Elduayen sea la «calle divisoria» entre el Casco Vello Alto y el Casco Vello Bajo cuando, en los últimos años, desde las administraciones se ha abogado siempre por «unir» las dos zonas para que, precisamente, esa línea imaginaria desapareciese.
La humanización de Porta do Sol tenía este como uno de sus objetivos principales. La prolongación de la última edición de la Festa da Reconquista hasta la rúa Elduayen y el Paseo de Alfonso, también, con lo que a los vecinos les resulta, cuando menos, curioso que no se quiera ´meter mano´ en un problema que ya viene de lejos.