De esta forma, los macizos de tierra y flores que fueron colocados para las fiestas de Navidad se mantendrán y tan solo se modificarán algunos de ellos en función de la zona y la estación. En el caso de Porta do Sol, tanto el gran árbol que atrajo la curiosidad de miles de vigueses -ya retirado- como los abetos se sustituirán por olivos, símbolo de la ciudad. Idéntico caso ocurrirá en la puerta de la Colegiata, en el Casco Vello, donde se colocará otro olivo, y en la zona de la Farola de Urzáiz con Colón, donde se plantó un abeto gigante.
Además, las esferas colocadas ante el Museo de Arte Contemporánea (MARCO) no se retirarán y se mantendrán durante todo el año. Por su parte, también se respetará el alumbrado del trayecto entre la rotonda de Isaac Peral y Porta do Sol, el recorrido de la comparsa del Entroido, junto a los denominados «paraugas» de luz en las plazas del Casco Vello y en la propia farola de Urzáiz. En la misma calle del Príncipe se instalarán nuevos bancos.
«Hemos conseguido que durante estas Navidades miles de personas paseen por el centro de la ciudad y eso nos gusta mucho», afirmó Abel Caballero. El regidor indicó que el pequeño y mediano comercio es el principal objetivo de la campaña de Navidad del Concello y aseguró que funcionó «bien con un gasto muy menor», en referencia al consumo de energía un 30% inferior al de hace tres años.
Campaña creemos en Vigo
Por otra parte, un total de 600 comercios y 55.000 personas se sumaron a la campaña «Cremos en Vigo», con la colaboración del Concello y promovida por el banco SabadellGallego. La iniciativa tenía como objetivo impulsar el comercio de proximidad y contó con la adhesión de 600 establecimientos y la participación de 55.000 personas. Responsables de la entidad y el alcalde participaron este lunes en la entrega de 3.000 euros a la ganadora del sorteo, para gastarlos en el comercio local.