La estatua del vendedor de periódicos Manuel Castro, ubicada en la calle Príncipe y habitual diana de los vándalos, volvió a sufrir daños este fin de semana. Esta vez no fue solo el dedo o el periódico, sino que el autor cortó por completo el brazo en el que sostiene el ejemplar. El Concello tendrá que reparar de nuevo la figura, la enésima vez desde que fue instalado en la céntrica calle viguesa.
El ataque se registró la noche del domingo al lunes y la Policía localizó el brazo en las inmediaciones. Todo apunta a que los vándalos utilizaron una sierra radial para cortar la pieza durante la madrugada.
La figura es un homenaje a Castro, que acostumbraba a vender los periódicos en la calle del Príncipe, a la puerta de los antiguos Almacenes Alfredo Romero. Colocaba los periódicos sobre un rincón de las escaleras, tomaba varios ejemplares bajo el brazo, y con uno de ellos hacía equilibrios sobre su dedo índice sin que se le cayera el periódico o se abrieran sus páginas. Era un auténtico espectáculo. De vez en cuando limpiaba el polvo de los escalones donde tenía el resto de los periódicos moviendo uno de ellos como si fuera un abanico gritando: “¡Faro de Vigo, prensa de Madrid!”.
José María Íñigo lo entrevistó en cierta ocasión en la que realizó uno de sus programas desde la ciudad. Castro era un personaje muy conocido que formaba parte de la vida cotidiana viguesa de los años sesenta y setenta del siglo XX, y la estatua, realizada por el artista Jandro, fue colocada, precisamente, al principio de la calle del Príncipe.