El Concello de Vigo anunció en marzo su intención de desmontar y retirar el emisario que quedó al descubierto en la desembocadura del Lagares tras un temporal. El alcalde, Abel Caballero, reveló hace ahora dos meses que se había encargado a la concesionaria Aqualia FCC-Vigo UTE que elaborara un proyecto técnico a tal efecto. Pero la administración municipal aún no tiene los permisos necesarios, según ha denunciado este miércoles el regidor local.
Caballero aseguró que esas autorizaciones se reclamaron mucho antes de dar a conocer los planes del Ayuntamiento. Así, el 21 de diciembre se pidió el beneplácito de Augas de Galicia. Más tarde, el 8 de febrero, se hizo lo propio con la Autoridad Portuaria de Vigo, siempre con la “demolición” de este viejo emisario corriendo a cargo del Concello. Pero aún no ha habido respuesta.
“A día de hoy no contestaron”, se ha quejado el alcalde olívico. Con la temporada estival a la vuelta de la esquina, ha insistido en su deseo de prescindir de este conducto de grandes dimensiones porque “estéticamente no queda bien”.
Sin embargo, la Xunta de Galicia ha aclarado que “la administración competente para autorizar la actuación municipal es el Gobierno central a través de su Servicio Provincial de Costas en Pontevedra”, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
“En ningún caso, Augas de Galicia tiene competencia sobre la zona”, insiste la Xunta, dado que “se trata de una gestión de dominio público marítimo-terrestre”, por lo que el Concello “deberá dirigirse a la administración correspondiente”.
Este emisario pertenecía a la antigua depuradora de aguas. Permanecía enterrado bajo la playa de A Foz pero el paso de una borrasca de lluvia y viento lo dejó al descubierto a finales de noviembre, al mover la arena.
Este tubo ya no se está usando. La puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones de Coruxo, que emplean otros emisarios que no están a la vista, lo convirtió en prescindible.