La Unidad Especializada en Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado (FGE) ha encargado ya las primeras diligencias de investigación por el vertido de pellets en las costas gallegas, reclamando información a la Xunta y al Seprona, así como la colaboración de la Guardia Civil y de las fiscalías de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco.
En un decreto, al que ha tenido acceso Europa Press, el fiscal de sala de Medio Ambiente y Urbanismo Antonio Vercher pide a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda de la Xunta de Galicia que «informe sobre la llegada y detección del material potencialmente contaminante a las costas gallegas».
En especial, indica, «de su incidencia y evaluación en relación al Parque Nacional das Illas Atlánticas, Parque Natural das Dunas de Corrubedo e as Lagoas de Carregal e Vixán, por ser espacios de especial protección y consideración medioambiental».
También se dirige al Seprona para que, «habiendo constancia de que se han tomado muestras y practicado analíticas» por parte de su personal especializado, «se indique en qué consisten y su resultado, si lo hubiera».
En cualquier caso, pide a la unidad del Seprona adscrita a esta Fiscalía que tome muestras del «material potencialmente peligroso» y las analice, así como que determine «los lugares de arribada de las cantidades de microplásticos detectadas y data temporal del material».
Asimismo, solicita a dicha unidad que se comunique con las comandancias de la Guardia Civil territorialmente implicadas para recabar su colaboración de modo que «aporten las actuaciones practicadas por ellas hasta la fecha» para sumarlas a las pesquisas.
Igualmente, se dirige a las fiscalías superiores de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco para que «remitan cuantas actuaciones se hayan practicado en el ámbito de las respectivas fiscalías superiores» en relación al vertido de pellets.
«Indicios de toxicidad»
Fue el pasado lunes cuando la Unidad Especializada en Medio Ambiente de la Fiscalía General del Estado (FGE) acordó investigar el vertido de pellets en las costas gallegas al apreciar «indicios de toxicidad» en estas «bolas de plástico».
En el oficio donde recababa el permiso del fiscal general para iniciar las pesquisas, Vercher explicó que los pellets «son pequeñas bolas de plástico que se utilizan para fabricar productos de plástico que presentan indicios de toxicidad, no son biodegradables y no pueden eliminarse».
A ello sumó que son «fuente de contaminación por microplásticos», cuya lucha «constituye un objetivo para la Unión Europea». Este mismo miércoles, Bruselas ha advertido de que el vertido de pelets «amenaza» al medio marino y la pesca.
El fiscal también destacó que, además de a la costa gallega, se han extendido a las de Portugal y Francia, por lo que «resulta necesario delimitar su afección y extensión a otros territorios».
Por todo ello, consideró necesario abrir una investigación por un posible delito contra los recursos naturales y el medio ambiente del artículo 325 del Código Penal (CP), castigado con hasta 7 años y 6 meses de cárcel en su supuesto más grave.
El Ministerio Público adoptó esta decisión toda vez que desde el pasado diciembre en los arenales de las Rías Baixas y de la ría de Muros e Noia han aparecido «grandes cantidades» de pellets plásticos, en bolsas de alrededor de 25 kilos, con el nombre de una empresa con sede en Polonia.
Una llamada al 112
La Dirección de Recursos Naturales, Seguridad y Servicios Marítimos de Portugal emitió el día 8 de diciembre un informe sobre la pérdida de seis contenedores frente a las costas de Viana do Castelo, una información que se trasladó, además de a las autoridades portuguesas, a la Agencia Europea de Seguridad Marítima y a las autoridades españolas.
Cinco días después, el 13 de diciembre, tanto la Xunta como el Ejecutivo central reconocen que tuvieron conocimiento de la llegada de pellets a distintas playas gallegas. Fue a través de la llamada de un particular, que alertó al 112 Galicia de que había recogido varias bolsas de estos elementos plásticos en la costa entre Corrubedo y Porto do Son. El 112, a su vez, informó telefónicamente a Salvamento Marítimo del hallazgo de pellets y de que se habían movilizado medios para su limpieza.
La divergencia se da, no obstante, en el momento en el que el Gobierno central y la Xunta tuvieron conocimiento de la relación entre los pellets que aparecían en las playas y su posible origen, el vertido de un contenedor en el que viajaban algo más de 26 toneladas de este producto dentro del Toconao.
El Gobierno considera que la Xunta ya lo sabía en diciembre, cuando comunicaron el hallazgo de pellets en las playas. La Xunta, sin embargo, sostiene que en ese momento solo conocían la llegada puntual de estos elementos y que no fueron informados de las dimensiones de la situación hasta el 3 de enero, cuando el Ejecutivo central les remitió una comunicación de los representantes de los armadores en la que se apuntaba este nexo, un correo fechado dos semanas antes. Entre las dos fechas, fueron numerosos los avistamientos de pellets en distintos arenales gallegos.
Petición de ayuda
Llegados a este punto, la vicepresidenta segunda y consejera de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda de Galicia, Ángeles Vázquez, pidió el martes al Gobierno que actúe «dentro del mar», el ámbito «que le corresponde».
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha replicado este miércoles que la petición de ayuda de la Xunta de Galicia «no se concreta todavía en nada particular, salvo una referencia general a que» el Gobierno haga «esfuerzos para recoger los pellets en alta mar» tras el vertido.
Según avanzó la propia Vázquez, las predicciones de Meteogalicia sobre las corrientes marinas apuntan a que a partir del sábado podría llegar más plástico a las costas gallegas.