Tiene más de 350 años de antigüedad y es una de las construcciones de mayor interés histórico de Vigo, pero desde hace mucho tiempo había quedado escondida. Desde este 10 de noviembre y con las obras de mejora ya terminadas, la Fortaleza de O Castro recupera el esplendor perdido durante décadas de abandono.
La tarea comenzó ya en 2013 con el derribo del restaurante «El Castillo«, un pastiche de ladrillo adosado a los muros del baluarte del Diamante, y siete años después concluye la tarea de poner en valor toda la zona con un paseo, un mirador y la retirada de elementos que tapaban la construcción, además del túnel, que será visitable cuando mejore la situación sanitaria actual.
A primera hora de la mañana hubo inauguración oficial, con presencia de autoridades, pero fue por la tarde cuando la iluminación artificial mostró la versión más brillante de la Fortaleza, construida en la segunda mitad del siglo XVII durante la Guerra de Portugal. El alcalde de Vigo, Abel Caballero, acudió al encendido y destacó la belleza del conjunto arquitectónico. Horas antes había acudido al mismo lugar junto al secretario de Estado de Infraestructuras, Sergio Vázquez; la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y el delegado del Consorcio de la Zona Franca, David Regades.
Edificada en el siglo XVII, en el emplazamiento de un antiguo castro celta, la muralla ha estado históricamente vinculada al sistema defensivo de la ría de Vigo. Perdió el carácter militar y las edificaciones fueron finalmente revertidas a la ciudad en la década de los 60, cuando se convirtió en parque urbano. Uno de los grandes atractivos de la actual reforma será la galería subterránea que formó parte del sistema del conjunto defensivo y tuvo diferentes usos. Ahora, ya iluminada, se podrá visitar.
Almacenaje de armas o víveres, desplazamiento de personas, para poner a cubierto materiales, cuestiones relacionadas con material de defensa, una zona de refugio y tal vez de almacenaje de intendencia, son algunos de los usos que pudo haber tenido la galería, que figura en los planos del siglo XVII y XVIII de la muralla. Sus dimensiones son de aproximadamente 1,70 de alto (2,50 en la parte central) y un metro y medio de ancho y a lo largo del trayecto de 65 metros de longitud se perciben las vetas de la roca en la que está excavada.
La leyenda sobre el túnel apunta a que existiría otra galería de 90 metros de largo que comunicaría con el castillo de San Sebastián para permitir la defensa de la ciudad y facilitar la huida.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) fue el promotor de la recuperación y puesta en valor de la Muralla de O Castro. El importe total de los trabajos ascendió a 835.00 euros y el Gobierno central financió, de acuerdo con el convenio suscrito con el Concello de Vigo, un total de 626.398 euros, mientras que el Concello aportó 208.799 euros. Los trabajos, según explica el Ministerio, se desarrollaron en tres líneas:
- Intervenciones de conservación y recuperación de elementos propios de la Fortaleza: Estas actuaciones han consistido en la consolidación estructural de los paramentos donde había problemas de deterioro, desprendimientos o descalces, así como una limpieza de todos los paramentos de la muralla y la eliminación de construcciones y elementos discordantes.
- Reorganización de la accesibilidad al monumento: Puerta Norte: Se ha recuperado el acceso primitivo al primer recinto amurallado por la puerta Norte del Baluarte del Diamante, y se han realizado actuaciones de reurbanización encaminadas a la mejora de la accesibilidad y a la potenciación del recorrido Este, que conecta el acceso principal con la puerta Norte, recuperando el espacio más emblemático de la fortaleza como especio referente de encuentro de la ciudad, con unas vistas inmejorables de la Ría de Vigo.
- Mejora de la integración ambiental de la fortaleza en el paisaje urbano: iluminación y reestructuración de la masa vegetal circundante. Se ha actuado sobre la masa arbórea, talando los ejemplares que podían comprometer la estabilidad de la muralla y se ha iluminado a ras de suelo con proyectores el primer recinto amurallado, resaltando de abajo hacia arriba la base de los ángulos convexos de los baluartes y los centros de las cortinas. Para ello ha habido que reponer algunos servicios afectados, principalmente de riego y de suministro de electricidad.