Un año más, y ya van diez, en la Fundación Sales están de enhorabuena mientras ven florecer su ejemplar de nenúfar gigante Victoria Cruziana, una planta tan exótica que son muy contadas las que hay en Europa. La que en Vigo floreció ayer blanca y hembra, es hoy rosa y macho, tan rara es esta flor a la que quedan pocas horas para que su ciclo vital termine para que un nuevo capullo vuelva a germinar.
«Es una planta que cada año tiene varias flores. Este año vamos por la décima flor que abre. Está abriendo una flor cada semana. Cada flor tiene una vida muy corta, de un día y medio. Esta es una flor que abrió ayer por la noche y mañana ya no tendremos flor», explica a Vigoé Patricia Vázquez, bióloga y empleada de la Fundación Sales, único jardín botánico de Vigo, ubicado en la Avenida Atlántida.
Esta insólita planta, originaria de las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay, requiere unas condiciones muy singulares para subsistir, las cuales no se dan en este continente, lo que obliga a los empleados de la Fundación Sales a esmerarse a fondo en sus cuidados para mantenerla viva y lozana: por ejemplo, deben proporcionarle agua a unos 23 grados de temperatura, conseguir que tenga mucha luz y a su vez impedir que esté en el exterior, expuesta a un clima incompatible con su naturaleza.
«Mucho sustrato, mucha comida»
«Hay que darle mucho sustrato, mucha comida, rodearla de condiciones especiales de agua y temperatura. Tienen que estar a cubierto y en una piscina, cuya agua calentamos. Son muchos los detalles los necesarios para que subsista y florezca», explica Vázquez.
El nenúfar gigante de la Fundación Sales llegó a Vigo hace una década procedente del Jardín Botánico de Kew Gardens, en Londres, y fue el primer ejemplar llegado a España, aunque luego le siguieron otros que fueron a parar a Málaga o Madrid, donde los cuidados que les dispensan son tan distintos como diferentes son los climas de ambas ciudades comparados con el de Vigo.
«Nos enviaron una plantita bebé y se dio mejor de lo esperado, creció mucho, y no es fácil porque es una planta originaria de Sudamérica cuyo hábitat natural hay que reproducir», continúa explicando Vázquez.
«Es una planta con un ciclo de vida corto, se muere a final de año, cuando la luz y la temperatura bajan y la planta ya no resiste, pero lo que hacemos es polinización, polinizamos la de este año para conseguir semillas y tener una nueva el año que viene», subraya esta bióloga, la cual aclara que se trata de una polinización manual, puesto que su polinizador natural es un escarabajo nocturno que no habita en esta zona del planeta.
Plantación de semillas
Las semillas se plantan a final de año y en febrero la planta comienza a crecer. Primero lo hace muy lentamente, pero una vez salen las primeras hojas crece muy rápido. La de este año tiene un metro de diámetro, tal vez 120 centímetros, y según Vázquez no de las más grandes que han nacido en la Fundación Sales.
Una vez llegada la primavera crecen las hojas y cada una que nace es más grande que la anterior, de modo que cuando ha alcanzado un tamaño considerable comienza la floración, «que es lo llamativo» de este proceso, lo cual sucede en verano, justo en estos días, los más calurosos del año.
«Esta abriendo una flor cada semana. La curiosidad es que es nocturna, abre por la noche y cierra por el día. La flor abre, pasa un día y medio, y muere, y la semana que viene hay otro capullo. Es un ciclo complejo, pero bueno, dicen que las flores más bonitas son las más efímeras», añade Vázquez.
Pioneros en España
«Fuimos los primeros en España en tener esta planta. Ahora le cogimos el truco, la conocemos y conocemos su ciclo, pero los primeros años recibimos ayuda de Londres», rememora Vázquez antes de afirmar que ahora que saben exactamente qué hacer puede afirmar que la planta de este jardín botánico es «cien por cien viguesa».
«Tiene sus necesidades, es una planta de las mas raras del mundo, es acuática, está adaptada y tiene una biología diferente, hay que conocerla. Aquí la tenemos en una piscina, aunque nos gustaría tenerla en un sitio más grande», afirma esta bióloga de esta fundación sin ánimo de lucro, la cual anima a todos los curiosos a visitarla para contemplar con sus propios ojos uno de los ejemplares botánicos más extraños y complejos que existen, además de otras muchas variedades de plantas.