Las obras para prolongar las rampas mecánicas en la Gran Vía de Vigo entre las calles Venezuela y Nicaragua entran en una nueva fase. Los trabajos dan un paso adelante que afectará sobremanera al tráfico en la zona. Desde hace unos días ya se puede apreciar en el pavimento la señalización horizontal. A ella se han añadido este martes las vallas para diferenciar carriles y sentidos de la circulación. Ya por la mañana, los operarios empezaron a clarificar las restricciones, que se mantendrán hasta mediados de mayo.
El Concello de Vigo recuperará el bypass que se estableció durante las obras realizadas entre las calles María Berdiales y Venezuela. Por tanto, los vehículos volverán a compartir margen de la vía. El plan diseñado desde la Praza do Rei para compaginar el tránsito de vehículos con el montaje de las cintas entre Venezuela y Nicaragua durante estos tres meses incorpora las siguientes novedades:
• Tráfico en sentido descendente:
Desde la Praza de España se habilitará un único carril de bajada, en el que confluirán los vehículos procedentes de la plaza y del túnel. A partir de la calle Venezuela, se dispondrá de los tres carriles habituales.
• Tráfico en sentido ascendente:
La Gran Vía se queda con solo dos carriles en sentido ascendente. Para ir desde Urzaiz hasta la Praza de España habrá que usar siempre el más cercano al bulevar. A partir de la calle Venezuela, los vehículos tomarán el bypass y subirán por uno de los carriles que habitualmente bajan. A la altura de la calle Honduras, los automóviles retomarán la circulación normal.
Mientras, el carril ascendente más próximo a los edificios permanecerá disponible solo para residentes, para el transporte público y para los coches que quieran ir a las calles María Berdiales o Ecuador.
El proyecto
La obra para extender las rampas mecánicas prevé instalar otros dos tramos de cintas, uno desde la calle Venezuela hasta Bolivia y otro desde Bolivia hasta Nicaragua. Los trabajos durarán hasta octubre. Los accesos laterales seguirán abiertos para salir a la altura que se desee. En total, serán 150 metros lineales que mantendrán la estética de color arcoíris, con cubiertas porticadas y acabados en vidrio.
Tendrán capacidad para transportar a 7.300 personas por hora. La inversión inicial entre María Berdiales y Venezuela superó los 5 millones de euros; ahora se destinarán otros 3,6 millones para ampliar unas cintas que permitirán subir casi toda la Gran Vía.
También está previsto poblar de vegetación la zona para convertirla en un “jardín botánico”, tanto en el interior como en el exterior. Además, se instalará pavimento descontaminante y un sistema de ahorro energético. Asimismo, se aprovechará para renovar el saneamiento, el abastecimiento, la recogida de aguas pluviales y la señalización semafórica. Igualmente, se soterrarán los servicios que precisen cableado. Todo ello para habilitar un medio de movilidad que “no emite ruidos” y “no contamina”.