La probabilidad de que acaben multados los conductores que pese a todas las advertencias todavía utilizan el teléfono móvil mientras están al volante es ahora mayor porque el la Guardia Civil ha comenzado a utilizar en toda la provincia de Pontevedra un camión camuflado de colores comerciales para detectarlos.
Este camión, que trabaja apoyado por otros vehículos oficiales rotulados, tiene la misión de detectar conductas que constituyen un grave riesgo para la seguridad de los usuarios de las vías, tales como el uso del teléfono móvil y otras distracciones, en todo tipo de vehículos, incluidos los vehículos pesados y
los autobuses.
El objetivo principal es prevenir, afirma la Benemérita, y de esta forma reducir la siniestralidad derivada principalmente de las distracciones en la conducción.
El empleo de este vehículo permite que, desde su posición, al ser más elevada, los agentes puedan detectar mientras circulan un mayor número de infracciones, no solo en turismos o en furgonetas, sino incluso en camiones y autobuses, que por la altura a la que se encuentran sus conductores resultan más difíciles de detectar.
El camión camuflado de la Guardia Civil circula por todas las carreteras de la provincia y sus agentes vigilan desde las alturas las infracciones al volante, susceptibles de acarrear no sólo onerosas multas, sino la pérdida de puntos del carnet de conducir.