La magistrada del Juzgado de Instrucción número 2 de Tui (Pontevedra) ha prorrogado seis meses más la investigación del ‘caso Déborah’, la joven viguesa hallada muerta en una cuneta de O Rosal en 2002.
Tal como han informado los abogados de la familia de la víctima a Europa Press, la jueza ha tomado esta decisión después de que en noviembre la Audiencia Provincial de Pontevedra acordase no abrir por el momento el procedimiento de jurado para dicho caso.
En su desestimación, los magistrados aseguraban que todavía «existen una serie de líneas de investigación que se precisan para poder valorar los indicios existentes en la causa«.
Además, añadían que la jueza de instancia decidió diferir esta decisión (de abrir un procedimiento de jurado) hasta el momento en que se practiquen las pruebas acordadas y que faltan por practicar, «habida cuenta la complejidad del caso y la existencia de indicios de muy diversa índole, que hacen que sea preciso agotar las vías de investigación para poder determinar la existencia de indicios de la comisión de un delito de homicidio, que sería de la competencia del jurado, siendo así que las diligencias acordadas podrían existir indicios tendentes a señalar a otras personas».
Por todo ello, ahora el Juzgado de Tui ha decidido ampliar la investigación seis meses más, pese a que ya han pasado más de 20 años desde que la joven fue hallada sin vida. Por ello, en abril de este año prescribieron los hechos, salvo aquellas actuaciones que tienen que ver con el único investigado, el exnovio de la chica.
Precisamente por ello este mes de enero acudirá a declarar la perito experta lingüista Sheila Queralt, después de presentar un informe que apunta que el acusado Pablo P.S-L. pudo «faltar a la verdad» en su declaración ante la jueza.
En concreto, acudirá a los juzgados el próximo día 24 de enero, tras suspender su anterior declaración, prevista para mediados de este mes de diciembre.
En su estudio sobre las manifestaciones del exnovio de Déborah, esta experta señaló que su análisis pone de manifiesto la presencia de ciertos rasgos que indicarían un «intento de ocultar la verdad».
Esas señales, tal como explicó a Europa Press, habrían sido detectadas en aspectos concretos de su declaración, como aquellos referidos a la finalización de su relación de pareja con la víctima; en su explicación de por qué llegó tarde a un partido de fútbol el día que la joven desapareció; o cuando es preguntado directamente si le hizo daño a Déborah o si la mató.