Abel Caballero sorprendió a finales de 2022 anunciando que la ordenanza municipal que se aprobaría en Vigo para regular las zonas de bajas emisiones (ZBE) no sancionaría a nadie por infringir la normativa. Una afirmación que todavía no se ha plasmado sobre el papel. Pero, además, el alcalde no aclaró cómo se garantizará su cumplimiento sin multas y ahora como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha tomado una decisión diferente: incluir medidas coercitivas en la ordenanza tipo que ha aprobado este organismo.
Ante las dificultades que están teniendo los ayuntamientos para poner en marcha esta medida, este texto busca orientar a las administraciones locales a la hora de redactar su normativa propia. Consta de 17 artículos y los dos últimos hacen referencia a las infracciones y sus consecuencias.
En ellos se penaliza no respetar las restricciones de acceso, circulación y estacionamiento establecidas en las ZBE. Y se determina un castigo económico que asciende a 200 euros, en la línea con lo que marca Tráfico. Las sanciones incluso se podrán incrementar un 30% en caso de reincidencia, es decir, si la persona multada comete más de una infracción de la misma naturaleza en el plazo de un año.
Eso sí, esta ordenanza tipo es genérica y no es vinculante. Los ayuntamientos pueden adaptarla. En todo caso, el proceso está avanzando con cierta lentitud, quizás por lo impopular de la medida y por la cercanía de las elecciones municipales. En el caso de Vigo, poco se sabe sobre su contenido. Abel Caballero apenas ha anunciado las cuatro áreas delimitadas que se prevén. Por ejemplo, se desconoce si las ZBE tendrán carácter continuo o discontinuo –con un horario determinado- y no han trascendido detalles concretos como la regulación para residentes.
A este respecto, la ordenanza tipo de la FEMP, aprobada la semana pasada por unanimidad en una sesión presidida por Abel Caballero, indica que “se establecerán zonas de estacionamiento para los residentes y zonas de estacionamiento regulado para vehículos de no residentes autorizados a estacionar dentro de la ZBE, donde se definirá un tiempo máximo de permanencia que podrá ser diferente para residentes y no residentes”
Además, según esta normativa estándar, los ayuntamientos podrán modular el precio/hora de estacionamiento en función del distintivo ambiental del vehículo. Igualmente, los residentes solo podrán aparcar en un área concreta cercana a su domicilio.
Diálogo con colectivos sociales
El alcalde de Vigo siempre ha sorteado las preguntas de la prensa acerca de la ordenanza que regulará las zonas de bajas emisiones en la ciudad, que se debe sacar adelante en 2023 para que entre en vigor al comenzar 2024.
El pasado mes de enero declaró que tenía intención de entablar contactos con la ciudadanía “en febrero o marzo”, pero a estas alturas no ha trascendido nada al respecto. El regidor rehusó aclarar con qué colectivos o asociaciones pretendía reunirse. “Ya diré yo con quiénes y cuándo”, sostuvo. “Yo marco los tiempos”, añadió en respuesta a los periodistas.
El mandatario municipal ha defendido igualmente que la transición ecológica “tiene que ser justa” y “no puede recaer sobre unos ciudadanos más que sobre otros”. Es decir, “no puede depender de la capacidad económica de la gente”, ya que las personas con menor poder adquisitivo pueden tener dificultades para acceder a un vehículo nuevo o menos contaminante.
Tráfico “insostenible”
En esta misma línea se expresó este jueves el grupo municipal de la Marea de Vigo, que aboga por aprobar la ordenanza tipo de la FEMP lo antes posible. Entre otras cosas, porque no hay más remedio que dar este paso este año. “Esta fecha no es orientativa, sino ejecutiva”, recuerda la formación. De hecho, el Concello ha pedido ayudas económicas para implantar sus ZBE, que conllevan su aplicación en tiempo y forma.
Marea de Vigo ha criticado que, a su juicio, el Ayuntamiento de Vigo “no se esté tomando en serio este asunto, en un contexto cada vez más insostenible de tráfico urbano en el centro de la ciudad”, tal y como constatan “los datos de contaminación atmosférica, ruido e incluso los tiempo de desplazamiento del autobús urbano”
Ecoloxistas en Acción ha completado un estudio cuyos resultados mostraban parámetros en todos los puntos de medición por encima de los 80 decibelios y concentraciones de CO2 que rebasaban en casi todo Vigo los 630pm, un 53% más del valor medio en la atmósfera.