«La obra del túnel de la Porta do Sol va a muy buen ritmo, mañana se acaba la fase de canalizaciones para servicios de telecomunicaciones y conducciones subterráneas y ya estamos con la cimentación del trazado sobre el parking». El alcalde de Vigo, Abel Caballero, despejó dudas este lunes sobre el avance de los trabajos de la mayor obra que llevará a cabo el Concello de Vigo durante el presente mandato.
Caballero explicó en rueda de prensa que las obras marchan según los plazos establecidos y no existe retraso. «Ya se instalaron micropilotes que sostienen la estructura y se están retirando piedras de encima para quitar peso y que la obra tenga el menor peso posible, vamos a tirar pórticos del aparcamiento, se quita peso para que se haga con seguridad», señaló a los medios de comunicación presentes en la comparecencia telemática.
También indicó que los operarios proceden estos días a tirar la tabiquería del viejo aparcamiento sin retirar la tapa que lo cubra y sin tocar la superficie para evitar molestias. «Ya se instalaron micropilotes que sostienen la estructura», aclaró.
El alcalde explicó que con anterioridad finalizaron la excavación arqueológica del tramo de muralla y el seguimiento arqueológico de movimientos de tierra. Además, indicó que «se protocolizaron cientos de inmuebles, viviendas y locales para saber cuál es situación y en que estado se encontraban, estos 115 elementos de auscultación nos sirven para monitorizar edificios y registrar cualquier alteración mínima».
Plazos, inversión y proyecto
La previsión inicial se mantiene para que en enero de 2022 esté finalizada la obra. Las obras fueron adjudicadas a Civis Global y Gevora Construcción por un precio de 13,4 millones, sobre un importe de licitación de 17 millones de euros. La actuación supone la creación de 8.000 metros cuadrados de espacio público peatonal dotado de zonas verdes y mobiliario urbano, con elementos singulares como un estrado-escenario, una réplica de las islas Cíes y una maqueta tiflológica para personas con visibilidad reducida en la que se muestra la configuración del nuevo espacio público.
La ordenación del ámbito peatonal se completa con la ejecución de una rampa mecánica en la calle Carral que facilita la movilidad peatonal vertical y que continúa con el itinerario que siguen las actuales escaleras mecánicas de subida desde Porta do Sol al edificio del Concello de Vigo a través de la calle II República.
El túnel proyectado consta de dos carriles de 3,50 metros de ancho cada uno, zona de mediana y aceras a ambos lados de 0,50 metros, gálibo vertical de 4,20 metros y una boca de entrada única en la calle Policarpo Sanz y dos bocas de salidas independientes para cada carril en la calle Elduayen, todas ellas con pendientes próximas al 14 %.
La ejecución del nuevo túnel supone el desvío de varias redes de servicios urbanos como gas, electricidad, telecomunicaciones, saneamiento y abastecimiento en la calle Elduayen y Porta do Sol, así como la afección parcial en la parte final del parking público de Policarpo Sanz para la ejecución de la boca de acceso al túnel situada en esa calle.
Esta iniciativa en el «punto cero» vigués también está rodeada de polémicas, especialmente a causa del túnel proyectado para que atraviese desde Policarpo Sánz hasta Elduayen. Primero fue el colectivo Vigo Histórico el que intentó parar la obra en los tribunales y posteriormente el grupo municipal de la Marea llevó a la Eurocámara la inversión, puesto que la obra se financia con dinero procedente de fondos europeos.