Los patinetes eléctricos están siendo noticia en Vigo por el aumento de control que está ejerciendo la Policía Local sobre ellos, multando a los que ven circulando por la acera, en sentido contrario o de forma imprudente. Además, recientemente la Concellería de Seguridade ha ordenado retirar los vehículos de movilidad personal (VMP) de una empresa que los alquila en la ciudad y usa el mobiliario urbano sin permiso.
Todo ello porque el Ayuntamiento está empezando a poner cerco a este tipo de comportamientos, y no porque esté en contra de los patinetes –muy al contrario- sino porque quiere regular su uso ante la proliferación de estos aparatos, la mayoría de los cuales transita por las aceras. Para empezar ha puesto el carril bici a su disposición y paralelamente está tramitando la ordenanza que dará marco normativo a todos los VMP, a la que ya ha puesto plazos.
Para ello tomará como base la instrucción emitida por la DGT, aunque Abel Caballero ya advirtió en su día que no destacaba aplicar medidas “más severas” que las recomendadas por Tráfico. El contenido final se podrá conocer a lo largo del primer cuatrimestre de este año, periodo en el que el Ayuntamiento colgará en su página web el texto legal.
Será ya en plena primavera cuando la Junta de Gobierno Local dé su aprobación y cuando se someta a votación en el Pleno de la Corporación Municipal. A partir de ese momento, pasará a información pública y recibirá el visto bueno definitivo en verano, probablemente a principios. Así, la ordenanza estaría en disposición de entrar en vigor durante el tercer cuatrimestre de 2020.
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Lo que está claro es que la normativa prohibirá que los VMP circulen por la acera y les obligará a emplear la calzada o el carril bici. Al igual que sucede con cualquier otro vehículo, no se podrá transitar con él bajo los efectos de las drogas o el alcohol ni con auriculares. Sí se deberá llevar iluminación y prendas reflectantes por la noche y no se permitirá que se suban dos personas o más a la vez.
Las dudas se ciernen sobre la obligación de portar elementos de protección como el casco, sobre las paradas y estacionamientos o sobre los importes de las sanciones. Cuestiones de este tipo quedan a elección de los ayuntamientos, que pueden adaptar la norma a su criterio. Por el momento, el Concello de Vigo no ha ofrecido pistas sobre sus intenciones al respecto.