La Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Afines (Asime) de Galicia ha denunciado este viernes la actitud de los sindicatos del metal en la provincia de Pontevedra, a quienes atribuye «motivaciones políticas» para mantener las jornadas de huelga con motivo de la negociación del convenio, y a los que ha acusado de pretender «engañar» a los trabajadores y a la sociedad.
En una rueda de prensa, el secretario general de Asime, Enrique Mallón, ha dirigido duras críticas a las centrales sindicales y les ha reprochado que hayan optado por ejercer la huelga con actos de «barbarie», como los vividos en las inmediaciones del Ifevi la pasada semana con motivo de la Feria Mindtech. A su juicio, se trataba de acciones «planificadas», que causaron grandes «destrozos» y dañaron la imagen del sector, y ha reiterado que se emprenderán acciones legales.
Además, ha añadido, gran parte de las personas que participaron en las protestas «no eran trabajadores del sector» y ha insinuado que las centrales pagaron a esas personas para realizar esos actos violentos.
Según Mallón, la huelga tiene un trasfondo político, y ha asegurado que se han producido conversaciones entre cierto partido político y cierto sindicato (que no ha nombrado específicamente, pero se puede deducir que se refiere a la CIG) encaminadas a mantener la presión solo hasta las elecciones generales del 23 de julio.
Negociación
Con respecto a la negociación del convenio, el secretario general de Asime ha acusado a los sindicatos de realizar afirmaciones «rotundamente falsas» relativas a los términos que se están discutiendo. «Pretenden engañar a los ciudadanos y a los propios trabajadores. Los números están ahí, retamos a los sindicatos a que los rebatan», ha proclamado.
Así, ha vuelto a repetir que el convenio del metal de Pontevedra es el mejor convenio sectorial de España a nivel de salarios, y que la patronal está ofreciendo subidas del 2 %, 3 % y 3 % (más un 1 % adicional en función del IPC) para los tres años de vigencia.
Además, ha advertido de que la patronal no aceptará bajo ningún concepto la subrogación demandada por los sindicatos, y ha criticado que, tal y como está planteada, beneficiaría solo al 0,1 % de los trabajadores que, «casualmente», son en su mayoría afines a un determinado sindicato. «Dicen que tenemos que pasar por todas sus pretensiones, esto no es una negociación, es una dictadura absoluta«, ha aseverado.
Enrique Mallón ha vuelto a insistir en que la patronal sigue dispuesta al diálogo, y «nunca» abandonó la mesa, aunque ha advertido de que ese diálogo no se retomará mientras estén convocados los paros (los próximos serán el 6, 7, 12 y 13 de julio). Además, ha afeado a las centrales que pidan a los empresarios volver a sentarse, mientras, por otro lado, continúan las actuaciones violentas.
De hecho, en la rueda de prensa, el responsable de Asime ha hecho públicas unas imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la asociación, poco después de las 14,00 horas del pasado miércoles. En ellas, ha explicado, se ve a varias personas encapuchadas lanzando por encima de la verja de cierre de la sede de Asime, varios botes de pintura y un artefacto pirotécnico.