Por ejemplo, con el multitudinario encendido navideño y el desarrollo de las propias fiestas, sobre todo “después de la pegada que tuvieron las luces de Navidad de Vigo”, apuntó este viernes Abel Caballero. El alcalde se ha comprometido a que las obras “se adapten a los tiempos” y también respeten eventos como la procesión del Cristo de la Victoria, la Cabalgata de Reyes o el desfile de Carnaval.
La actuación, que tiene un presupuesto de 17 millones de euros y cuenta con fondos europeos, hará que los vehículos accedan al túnel por Policarpo Sanz y salgan en Elduayen, y viceversa. El paso subterráneo contará con dos carriles de 3,5 metros de ancho y medio metro de arcén, además de una separación entre ambos carriles.
Gracias a ello, se ganará un espacio público peatonal de 8.000 metros cuadrados, en el que se instalarán, entre otras cosas, “elementos singulares” como un estrado-escenario o una réplica de las islas Cíes.
Además, también se contempla la construcción de una rampa mecánica que subirá desde la calle Carral para así dar continuidad al ‘Vigo Vertical’ hacia las escaleras que llevan desde Segunda República hasta el entorno del ayuntamiento. Sobre este proyecto, Caballero dejó entrever que en las próximas semanas se conocerán más novedades. “Seguiré anunciando más cosas”, se imitó a señalar.
Asimismo, la plaza resultante contará con una “iluminación distinta”, reubicará las paradas de autobuses y de taxis y los aparcamientos para las motos. Igualmente, se aprovechará para renovar el saneamiento, el abastecimiento, telecomunicaciones o las canalizaciones de suministros. Como ya había anunciado en su día el alcalde, junto a todo esto habrá un aparcamiento subterráneo con plazas reservadas para los residentes del Casco Vello. Todo ello para convertir la Porta do Sol en “la gran plaza de Vigo”.