La plantilla de Vitrasa, concesionaria del servicio de transporte urbano del Concello de Vigo, ha anunciado este martes nuevas jornadas de huelga de 24 horas para el viernes 20 de octubre y el miércoles 1 de noviembre para reclamar la negociación del convenio colectivo. Coincidiendo con el primero de estos días, se han convocado además dos manifestaciones, una con salida de la Praza de América a las 09.00 horas y otra desde el cruce de Llorones a las 19.00 horas.
Desde la representación sindical denuncian que, tras 31 jornadas de movilizaciones ininterrumpidas (que se iniciaron hace más de dos años), Vitrasa “se niega a negociar un nuevo convenio que ponga fin al conflicto aludiendo importantes pérdidas económicas y la falta de un reequilibrio económico por parte del gobierno local”.
En este sentido, señalan que la disputa que mantienen la empresa y el Concello de Vigo desde hace años por este reequilibrio es consecuencia de la ausencia de previsión en la prórroga de la concesión firmada por ambas partes “de forma precipitada y temeraria”. Así, consideran que este error es el origen de un conflicto que parece no tener fin y que causa graves perjuicios tanto a las personas que usan el autobús urbano como a la plantilla.
“Excluyendo el apartado económico, observamos una complicidad entre ambas entidades, ya que el gobierno local le permite a la empresa incumplir el pliego de condiciones eliminando líneas (C2, N2, PMR), reduciendo frecuencias (realizando menos kilómetros en las líneas C3, L4, L5, L24, L16, L11, L15 y L27), no renovando la frota tal y como se acordó, excediendo la antigüedad máxima establecida de los autobuses, etc. De forma que le facilita un gran ahorro en los costes de la explotación”, relata el comité de empresa.
Además, asegura que los servicios mínimos que impone el Concello de Vigo, tanto en los paros parciales que se desarrollan a diario como en las jornadas de huelga, “penaliza” las líneas deficitarias y mantiene las más rentables en su práctica totalidad. “Esto crea una situación ideal para Vitrasa que la empresa no duda en mantener en el tiempo, ya que al haber menos autobuses los que hay se llenan, aumentando su rentabilidad”.
Por todo esto, el comité sospecha que la próxima concesión incluirá una importante reducción del servicio que afectará especialmente a las líneas y los horarios deficitarios. Finalmente, la plantilla insta a la compañía y el Ayuntamiento a pronunciarse “de forma clara” sobre la situación actual, “ya que nos parece insostenible para la ciudadanía”.
Cabe recordar que entre el 16 y el 29 de octubre los paros parciales se desarrollan de 07.00 a 08.30, de 12.30 a 15.30 y de 19.00 a 20.30 horas de lunes a viernes; los sábados, de 12.30 a 15.30 horas; y los domingos y festivos de 12.30 a 14.00 y de 19.30 a 21.00 horas.
Respuesta de la empresa
Tras este anuncio, Vitrasa no ha tardado en salir al paso a través de un comunicado de prensa en el que reivindica las condiciones de sus empleados, “muy superiores” a las que tiene la mayoría del personal de conducción de Galicia.
En concreto, subraya que la jornada anual de sus trabajadores incluye casi 11 días menos al año que la que marca el convenio provincial, mientras que la retribución media de un conductor de Vitrasa en 2022 fue de 33.565 euros al año.
Además, la firma asegura que se intentaron negociar mejoras con el comité dejando los incrementos salariales pendientes, pero que la representación de los trabajadores no quiso firmar un nuevo convenio hasta que no se produjese dicha subida salarial. Pese a todo, Vitrasa ha vuelto a mostrar su “voluntad” para solucionar el conflicto.