Vitrasa no parece pasar por su mejor momento económico debido a la pérdida de pasajeros que está sufriendo. Esta circunstancia ha aumentado las fricciones entre la empresa y su plantilla, que la pasada Navidad convocó una huelga para protestar por la falta de negociación del nuevo convenio colectivo. Lejos de mejorar, la relación ha empeorado en las últimas fechas y la concesionaria del transporte urbano de Vigo ha trasladado una propuesta a los sindicatos para rebajar los sueldos un 30% de forma inmediata.
El planteamiento de la compañía pasa por introducir ajustes en los turnos de trabajo y por aumentar la jornada laboral, pero sobre todo por acogerse a un descuelgue salarial. De esta forma, las tablas salariales se reducirían un 30% en 2022 –probablemente a partir de abril- y un 14% en 2023. Además, Vitrasa quiere aplicar otras medidas como no reconocer el IPC, no abonar la prima de absentismo o no entregar la prenda de abrigo en el uniforme de invierno de 2022.
Estas propuestas han sido comunicadas al comité de empresa, que se opone a ellas. Sindicatos como UGT ya han mostrado de forma pública y privada su contundente rechazo a este “despropósito”. Ambas partes han celebrado una primera reunión para intentar llegar a un acuerdo y este jueves están convocadas para un segundo encuentro, que no será el último. La plataforma ha emitido un comunicado este martes para denunciar que Vitrasa suma esta reducción en las nóminas de la plantilla a los “recortes” que “lleva aplicando desde hace tiempo” en el servicio, como la reducción de frecuencias.
UGT también se queja de que la compañía haga recaer la pérdida de viajeros en el personal mientras reclama al Concello de Vigo otros 13 millones de euros, que se añadirían al dinero ya abonado por el Ayuntamiento a causa de los efectos de la pandemia. Entre esas cantidades se encuentran, por ejemplo, los 5,7 millones percibidos a través del plan de reequilibrio aprobado por el Gobierno de España para compensar a las concesionarias de transporte público.
“Si no están satisfechos con los resultados económicos que perciben del servicio en la actualidad, váyanse y cierren al salir”, señalan desde UGT, sindicato que no está dispuesta a negociar “un atraco contra los trabajadores y contra la ciudad de Vigo”. La plataforma se niega a aceptar las “causas de fuerza mayor” que alega Vitrasa para realizar esta propuesta y denuncia que la firma pretende “expoliar a la ciudad y a los trabajadores”.
Cabe recordar que el Concello amplió el contrato a la actual concesionaria del autobús urbano de Vigo durante la pandemia, en junio de 2020, por otros cinco años aunque sus planes pasaban por sacar adelante otro concurso público.
Comunicado de Vitrasa
La compañía ha reaccionado a estas críticas. A través de un comunicado, ha sostenido que la empresa atraviesa en estos momentos “una situación extrema que obliga a adoptar medidas temporales de contención de costes para poder revertirla”, que pasan por la bajada de los sueldos y por un incremento de la jornada laboral para los años 2022 y 2023.
La concesionaria asegura que se ve “forzada” a proponer esta reducción salarial “al no poder lograr reequilibrar su contrato por los efectos derivados de la pandemia” y por la pérdida de pasajeros. “Esta es la decisión más difícil que la compañía se vio obligada a tomar en sus más de 50 años de historia, pero resulta fundamental para garantizar su supervivencia”, resume Vitrasa.